La mayoría de los 104 pandilleros que murieron el pasado lunes en un incendio en el presidio de San Pedro Sula, norte de Honduras, fueron entregados y enterrados.
Fuentes forenses indicaron que los trabajos de autopsia y reconocimiento legal de las víctimas, miembros de la "Mara Salvatrucha", concluyeron el viernes, pero que cuatro cadáveres todavía no han sido reclamados por sus familias.
Un cortocircuito, según el Cuerpo de Bomberos, causó el incendio de la celda 19 del presidio de San Pedro Sula, en la que habían 183 pandilleros, murieron 104; 23 resultaron con quemaduras de segundo y tercer grado, y 56 salieron ilesos.