Los diversos grupos católicos expresaron ayer preocupación por los ataques que está recibiendo la Iglesia, en la fase final el proceso penal contra Marco Manjarrez, homicida confeso de monseñor Jorge Altafulla Muñoz.
"Como laicos que servimos a nuestra Iglesia Católica lamentamos los ataques irresponsables que, aprovechándose de los medios de comunicación, se han vertido en contra una de las instituciones que contribuyen a salvaguardar y promover los valores éticos y morales en nuestro país", señala el comunicado.
Además destacan que hay que dejar muy en claro ante la opinión pública, que no es a la Iglesia a la que se juzga en estos momentos: lo que se juzga es el homicidio perpetrado por una persona, que también era miembro activo de la Iglesia, y continúa siéndolo hasta que renuncie expresamente a esa condición; y por quien también oramos.