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La educación y los buenos hábitos en la niñez deben ser la base fundamental de las familias y deben cultivarse con cuidado.  |
El gobierno de Estados Unidos planea una campaña para exhortar a que los niños y jóvenes apaguen el televisor y salgan a hacer ejercicio físico.
De acuerdo con estudios, los niños estadounidenses están observando un promedio de mil horas de televisión al año (tres diarias). Por otra parte, demuestra que uno de cada 15 niños en edad escolar tiene sobrepeso.
AFIRMACIONES
"Esta es la generación de niños con más obesidad y sobrepeso en nuestra historia", lamentó el inspector general de salud David Satcher en una entrevista. "El mensaje de esta semana pretende salvar vidas".
Según Satcher, las estadísticas se añaden a una crisis de salud pública. Como adultos, los telespectadores persistentes de hoy tendrán padecimientos cardiacos, diabetes y otras enfermedades que amenazan la vida, dijo.
"Si los niños están pasando mil horas frente al televisor, no están haciendo mucho más", consideró Jennifer Kurz, portavoz del grupo TV Turnoff Network, que culpa al aparato por los pobres hábitos de ejercicio.
¿CUAL ES EL PAPEL DE LA FAMILIA?
Las familias completas mantienen la televisión encendida ocho horas diarias, según la agrupación, que confió en que seis millones de niños y adultos apaguen sus aparatos receptores y empleen ese tiempo en jugar fútbol, hacer recorridos a pie o en bicicleta. Desde 1995, el grupo ha organizado visitas a escuelas y centros comunitarios, para despertar conciencia sobre el problema.
Con las atracciones añadidas de canales múltiples, videojuegos y películas en disco láser, el tiempo que se pasa frente al televisor seguramente crecerá, indicó Kurz.
La campaña coincide con una serie de encuentros de la industria de medios de comunicación, esta semana.
En años recientes, los ejecutivos de las redes de televisión y estudios cinematográficos han sido criticados por dirigir sus productos a los niños, particularmente cuando estos contenidos presentan sexo y violencia.
Robert Sachs, presidente de la Asociación Nacional de la Televisión por Cable, considera que la pregunta importante es si los padres deben hacerse cargo de lo que ven sus niños.
"Negar a los niños la televisión probablemente no los motivaría para disfrutar la lectura.
Es como si negarles el helado los motivara a comer coles de Bruselas", dijo. |