El juicio que se le sigue a Marco Manjarrez, asesino confeso de monseñor Jorge Altafulla, degeneró ayer en pugnas verbales, un sindicado a punto de desnudarse y crudas revelaciones sexuales sobre el ex seminarista.
Los galenos Humberto Mas, Eric Aguirre y Vicente Pachard, fueron interrogados por el Fiscal Cuarto Superior, Dimas Guevara, la abogada querellante Guillermina McDonald y el defensor Rafael Rodríguez.
El cuestionamiento giró en torno a un incidente sufrido por el sindicado en septiembre de 2002 en la Cárcel La Joya, donde supuestamente fue atacado sexualmente y herido en la espalda con balas de goma por uno de los custodios.
Durante el juicio se formó una discusión entre el abogado defensor Rafael Rodríguez y el magistrado presidente, Wilfredo Sáenz.
Sáenz alegó que era imposible que el jurado de ocho personas vieran las heridas sufridas por Manjarrez, y Rodríguez decía lo contrario.
Mientras eso ocurría, Manjarrez se paró de su asiento y se dirigió hacia el jurado y a la abogada querellante, Guillermina McDonald.
"¿Ustedes dudan de estas heridas?", dijo un enfurecido ex seminarista, mientras se subía el abrigo y suéter azul, provocando llamadas de atención del magistrado Wilfredo Sáenz y un receso de unos veinticinco minutos.
Para hoy jueves se espera la comparecencia al salón de audiencias del Segundo Tribunal Superior de Justicia de otros peritos, quienes rendirán su testimonio en este complejo caso.
Dentro del grupo hay agentes de la PTJ y médicos especialistas.
ARTIMAÑAS EN EL JUICIO
La abogada querellante Guillermina McDonald calificó como un acto de intimidación que el sindicado Marco Manjarrez se le acercara ayer en plena audiencia, la cual se realiza en el Segundo Tribunal Superior de Justicia.