Con el tiempo los panameños iremos aprendiendo que durante nuestra permanencia en el poder nos buscan por la influencia, pero cuando ya no lo tenemos, nos quedan los amigos de siempre, esos que nunca molestaron y que se alegraban de nuestros éxitos. Parece ser que los civiles no aprendieron de las experiencias de los militares.
En la misa del 10 de mayo pasado, la Dama de Pedasí estuvo con sus amigos de siempre, entre ellos, Tony Domínguez, Pablo Quintero, Bolívar Pariente, los Villalaz, pero faltaron pocos o muchos del directorio nacional, todo fue en calma.
Mientras que el presidente electo, Martín Torrijos estuvo en una fiestecita donde las camisetas de Team-Martín eran la tónica, se pudiera decir que el que no tenía, pagó lo que fuera para presentarse con ella. Lo malo es que un poco de viejos se colocaron la pieza y las barrigas se les salían, dicen que uno que comienza su nombre con G era el más panzón.
Por cierto que personas que se acercan al mandatario electo se parecen a muchos que hicieron lo mismo con la Doña, con la habilidad que tienen, en algunos casos, de tener a un hermano u otro familiar en la periferia del nuevo poder; estas personas no conocen lo que es no estar en la papa.
Hablando de ministros, nos informan que Luis Navas suena fuerte para el Ministerio de Trabajo, Stanley Muschett y Juan Bosco Bernal, se están disputando la designación en Educación. Mientras, el excanciller Jorge Eduardo Ritter o Héctor Alemán, están entre los posibles para ocupar el cargo del Ministerio de la Presidencia.
Mantener a Luis Blanco, un profesional y técnico en la Comisión de Transición de Torrijos, es un mensaje de carácter para aquellos que no han recibido un abrumador respaldo popular y se dice que podría estar nuevamente en la cartera de Obras Públicas.
Frente a eso, hay grupos, ustedes se pueden imaginar, que le piden al nuevo gobernante un fiscal especial para investigar al gobierno de la agenda social. Todos sabemos cómo comienzan las cosas, pero no cómo terminan.
Los arnulfistas de afuera y de adentro se saludan y conversan, indicando que ahora sí aprendieron la lección, división electoral contra el partido de Omar, ganancia para ellos. Los morados preparando listas de errores cometidos, uno de ellos se preguntaba cómo hubo cuatro centros de campaña, si lo que se buscaba era coherencia y claridad en las propuestas electorales.