Estar privado de libertad es una situación difícil para cualquier ser humano sobre todo cuando el sistema colapsa debido a la mora judicial la cual trae como consecuencia el hacinamiento de los centros penales y la violación de los derechos humanos de los privados de libertad.
Los internos de la cárcel pública de La Chorrera fueron visitados la semana pasada por autoridades del Gobierno. El jueves, Carlos Landero, nuevo director del Sistema Penitenciario Nacional, hizo un recorrido por dicha cárcel; y el viernes la ministra de Gobierno y Justicia, Olga Gólcher, en compañía de la viceministra de Salud, Dora Jara, hicieron un breve recorrido por las instalaciones.
LA VISITA DE LANDERO
El sol radiante de la mañana de ese día alumbró como una posible luz de esperanza para los reclusos de la cárcel pública de La Chorrera, quienes recibieron la visita de Carlos Landero, nuevo director del Sistema Penitenciario Nacional; y una gira médica por parte del Ministerio de Salud de la región de Panamá Oeste, la cual se extendió hasta el viernes.
En un principio los medios de comunicación presentes estaban limitados a ver y escuchar de lejos el intercambio de comentarios entre Landero y los internos, pero a los minutos se le permitió a camarógrafos y periodistas tener el mismo contacto que estaba teniendo el nuevo funcionario con los privados de libertad.
Al ver a los comunicadores, los reclusos gritaban sus quejas y denuncias; era el momento preciso que ellos no podían desaprovechar. En sus rostros se reflejaba la emoción de poder ser escuchados.
En el recorrido se notaban las condiciones infrahumanas por el hacinamiento de la cárcel la cual tiene capacidad para albergar a 170 internos y en la cual hay más de 600.
Amotinados tras las rejas trataban de hablar cara a cara con Landero.
PETICIONES
"¡Queremos justicia!", gritaban mientras Landero indicó que en el caso del aseo se estaba evaluando la gestión del funcionario con el cual cuenta la cárcel de La Chorrera porque hay una responsabilidad que cumplir y no es de parte de los privados de libertad que se deben saber las cosas malas sino el funcionario debe decir lo que está pasando.
PROMESAS
"¡Queremos hechos, no palabras!", gritó otro preso cuando Landero manifestó que podían tener la plena seguridad que él va a poner todo su empeño para que la pasen mejor, sin dejarles de recordar que están pagando una deuda a la sociedad, pero igualmente señaló que la sociedad también tiene la responsabilidad de darles salud, alimentación, buen trato y respeto a sus derechos.
Landero les informó que se tiene planeado implementar un programa de trabajo denominado "2x1", el cual consiste en trabajar en la calle y regresar a la celda conmutando por cada 2 días de trabajo un día de cárcel de acuerdo a la condena que tengan los que están sentenciados.
LA COMIDA
"Estamos pagando por nuestros errores, este es el precio, pero somos seres humanos, sentimos.. y ante los ojos de Dios todos somos iguales, pero realmente hay muchas cosas que nos inquietan diariamente", dijo un recluso mientras otro se quejaba de la comida "porque la persona que tiene el contrato trae un alimento pésimamente mal y eso no es justo, somos seres humanos. Aquí son más de un cuarto de millón de dólares que se está jugando en esta cueva. ¿Quién es la rosca? ¡Pedimos justicia! ¡Realmente aquí se están robando la plata!".
Sobre la alimentación, Landero había advertido el pasado jueves que se está evaluando seriamente y se tendría una reunión con el contratista para exigirle que se cumplan los pliegos que están expuestos en el contrato para que los internos puedan recibir una alimentación más nutritiva y no tengan quejas del servicio.
Sobre el mismo particular la nueva Ministra de Gobierno y Justicia informó -el viernes- a uno de los presos que ya se había enviado una nota al contratista con una advertencia para que cumpla lo establecido o de lo contrario se le cancelará el contrato, y agregó que a la Policía se le envió la lista del menú para que revisen la comida cuando llega a la cárcel.
En cuanto a la legalidad del contrato, Gólcher destacó que "no hay nada que demuestre que es ilegal" y agregó que "hay una denuncia ante la autoridad competente; ellos recabarán las pruebas, pero de momento nosotros no hemos descubierto ninguna irregularidad".
Gólcher y Jara, a diferencia de Landero, sólo hicieron un recorrido externo por las instalaciones del cuartel policial que alberga a la misma cárcel.
GIRA MEDICA
Jara explicó que era una gira de salud ambiental y agregó que días antes se procedió a la inspección de vectores, revisión de la calidad del agua y control y calidad de alimentos.
Las giras médicas a los centros penales se vienen llevando a cabo desde el año 2004 y al presente es la segunda vez que visitan la cárcel de La Chorrera.
Odontología, dermatología, psiquiatría, vacunación, laboratorios, farmacia, medicina general y trabajo social fueron los servicios de salud que se brindaron.
Sin embargo, uno de los internos declaró que "para poder que venga la gira médica, uno tiene que hacer huelga y más de tres cosas".
CASOS Y COSAS DE LOS REOS
Cargado por un recluso, quien se encargaba de moverlo de un lado a otro llamó la atención Dany Santamaría, de 32 años, quien al ser privado de libertad entró a la cárcel caminando a pesar de que había sido herido con arma de fuego en la columna, pero según dijo no lo llevaron más a las citas y ahora no puede caminar y los compañeros tienen que ayudarlo hasta para hacer sus necesidades biológicas.
LA INFRAESTRUCTURA
La cárcel pública de La Chorrera se encuentra ubicada en el mismo cuartel de la Fuerza Pública, en la Avenida de Las Américas al lado del Palacio Municipal. El edificio data de 1937 y desde ese entonces pocas han sido las mejoras que se le han hecho.
Se pudo conocer que en el año 1992 se construyó otra galería, y según una fuente extraoficial, hace como dos años atrás se cambió el techo y los barrotes de las celdas.
En el año 2003 había en la cárcel un hacinamiento parecido al actual y se hizo un movimiento de internos hacia otros centros penales.
Referente al hecho de que la cárcel se encuentre ubicad dentro del cuartel, la ministra Gólcher, afirmó que "ninguna cárcel pública debe estar en los cuarteles, pero eso requiere inversión. Ahora mismo estamos viendo como poco a poco de aquí al 2009 ir dando prioridad para eso, Chorrera es una prioridad".
¿ESPERANZA?
La gira médica y la visita de las altas autoridades a la cárcel de La Chorrera fueron consecuencias de una huelga de hambre que habían realizado los internos para que las diversas inquietudes y dificultades que confrontan diariamente fueran escuchadas.
Las autoridades se comprometieron en dar mejor trato, mejor alimentación, mejor atención médica y hacer las diligencias debidas para ayudar a otras instancias a agilizar los procesos legales de los reclusos, quienes no pierden la esperanza de ver mejores días a su privación de libertad.