Por más de dos meses, Rogelio Palacios Palacios, un indígena de 27 años que decía ser sacerdote, se había llevado al joven Ramiro Smith, de 17 años, con el permiso de sus padres residentes en Finca 11, provincia de Bocas del Toro, para supuestamente ponerlo a estudiar mientras le servía de ayuda en la misión de difundir la Palabra de Dios.
Sin embargo, con el pasar del tiempo, Elena Morales y Marciano Smith -padres de Ramiro- nunca más volvieron a tener noticias de su hijo ni del sacerdote.
El teléfono que el supuesto cura les había dado, al parecer era falso, por lo que procedieron a denunciar la desaparición de su hijo ante la Policía Técnica Judicial.
Para sorpresa de todos, luego de conocerse de la desaparición de Ramiro, una llamada telefónica procedente de Potrerillos, en David, alertó a las autoridades policiales sobre la presencia de un joven que estaba residiendo en compañía de un adulto en el sector, y quien tenía las características anunciadas en la televisión.
Fue entonces cuando ayer, miércoles, en horas de la madrugada, miembros de la Policía Nacional capturaron a Rogelio Palacios en el sector de Potrerillos, donde se encontraba el menor desaparecido junto a dos sujetos más que al parecer también estaban con el "sacerdote".
Por denuncias de la Iglesia Católica en cuanto al hurto de una sotana, vestido que sólo pueden usar los verdaderos sacerdotes, se cree que el impostor utilizaba el hábito para aprovecharse de menores de edad poniéndolos a trabajar para obtener dinero para quien bajo el amparo de la Palabra de Dios, les ofreciera alojamiento, comida y plata.
Al parecer, desde que salieron de Bocas del Toro el 1 de mayo, Rogelio anduvo con el adolescente y otros sujetos más por sectores como Boquete y el Oriente Chiricano, donde el menor trabajaba teniéndole que entregar el dinero a él sin poder tener contacto con su familia.
El supuesto ofrecimiento de la educación para Ramiro nunca llegaba y sólo se dedicaba a trabajar en distintas labores de campo en los lugares por donde andaban, teniendo que soportar diversas situaciones que ahora le corresponde a las autoridades investigar.
EL "CURA" SE DEFIENDE
Vestido totalmente con la sotana y estola de un sacerdote, Rogelio Palacios dijo ante los medios de comunicación que él piensa ser sacerdote y que no está cargando el hábito formado como un líder de la Iglesia, si no que es para poner el ejemplo en las comunidades defendiendo los derechos de la Iglesia y de Cristo.
"Yo pensaba que nada iba a pasar, pero lastimosamente a última hora el Padre de la parroquia de San José de Almirante me acusó de que yo le robé el hábito y me había fugado, pero esa no es la realidad porque la compré con mi propio recurso y trabajo", relató.
Adujo, en cuanto al rapto del menor, que no se trajo al joven para malos intereses si no en buenas condiciones buscando un beneficio y proyecto de trabajo, además de que "el joven decidió venirse conmigo y yo lo traje como buena voluntad y se lo dije a su papá y a su mamá, pero nunca pensé que iban a poner una denuncia en la PTJ".
HABLA LA IGLESIA
El sacerdote Heriberto Ríos, que colabora con la Policía de David y tuvo conversación con el retenido, indicó que se han recibido noticias de parte de la iglesia de Bocas del Toro, donde se dice con claridad que el mismo ha estado haciendo este tipo de engaños en esa provincia y al parecer lo pretendía hacer en Chiriquí.
Manifestó que lo que hacía el sujeto constituye un pecado grave dentro de la Iglesia Católica, a parte del delito de estafa o engaño que hacía a la comunidad en general, lo que indica que también podría tener algún tipo de problema mental.