Familiares de los reos que fueron trasladados desde el Centro de Rehabilitación Nueva Esperanza en Colón hacia las cárceles de La Joya y La Joyita protestaron la mañana de ayer, jueves, frente al centro penitenciaro para pedir que los regresen a sus galerías.
Las mujeres molestas indicaron que se los llevaron sin ropa "como si fueran perros" y ni siquiera les informaron que los iban a trasladar a pesar de que son sus familiares.
Odalis- madre de un interno-dijo que si se portan mal los deben sancionar, pero deben dar alguna explicación. "Yo estoy de acuerdo que si hay que cartigarlos, que lo hagan, pero los queremos de vuelta porque no tenemos dinero para ir a visitarlos a Panamá".
Mientras que Eulalia Muñoz, abuela de otro interno, informó que se percató que se lo llevaron a Panamá y ahora no sabe que van a hacer porque no tienen a veces ni para el pasaje para Arco iris donde está el penal, menos para ir a otro lugar más lejos.
Denunció que los internos fueron golpeados cuando los sacaban a pesar de que estaban esposados.
Por su parte, Jaqueline Tunón, directora del Penal Nueva Esperanza, lamentó que eso ocurra porque luego de la rencilla donde varios reos resultaron heridos con objetos cortantes, se les apartó a otra celda y querían salir para seguir y se lanzaban amenazas.
Indicó que destruyeron parte de las paredes y hasta hirieron a un custodio que trataba de poner orden.
Tunón dijo que antes de ese incidente a los mismos internos se les decomisaron las armas que fabrican dentro de las galerías, y no comprende cómo volvieron a armarse.
Indicó que la Policía y los custodios impiden el ingreso de armas al penal, pero estos se las ingenian sobre todos los artesanos que las fabrican con los hierros de las paredes y los techos.
Señaló que el traslado es una decisión de las altas autoridades del sistema penitenciario.