|
Hoy 12 de mayo Día Internacional de las Enfermeras, deseo presentar a todos los "ángeles blancos" panameños la reseña de una extraordinaria mujer, amante de la justicia y fervorosa creyente de los derechos humanos.
Este reseña fue presentada en 1950, cuando la Srta. Martina Guerrero cumplió sus 25 años de vida profesional. Prolijo sería enumerar las obras de asistencia social cumplidas por esa mujer de generosidad extrema y de preocupación constante por el bienestar al prójimo necesitado de ayuda. Así la vemos ya jubilada en la década del '70 ante la escasez de enfermeras en Panamá; ella participa como profesora en la Escuela de Enfermería Comunitaria de Azuero.
Fue ella la creadora del Estandarte de la Escuela de Enfermería del Hospital Santo Tomás.
Para Martina no hubo tregua ni descanso; así la vemos luchar por mejorar las posiciones de las colegas con salarios sinceramente bajos (B/.90.00 a B/.120.00).
Todo cuanto se ha dicho de la vida de Martina Guerrero, prueba que sus años dedicados a la profesión de Enfermería, fueron de una ejemplaridad y excelencia digna de todo encomio. Luchó como forjadora de una obra de misericordia, así lo refuerza en una entrevista realizada el domingo 15 de noviembre de 1964, por la Licda. Rosamérica Vásquez cuando le pregunta ¿qué recomendaciones especiales haría usted a las nuevas enfermeras? Su respuesta fue: "Inculcarle a todas las enfermeras que se inician, el amor al prójimo y ser leal a la profesión, eso es lo principal, si llevaran esta idea dentro del alma, todo será más fácil":
Martina, hoy con 94 años de edad goza de la tranquilidad del hogar y el cariño de todos los que la quieren. Ella será siempre recordada como admirable ejemplo de servicio y superación.
Ella tomó para sí la Parábola del Buen Samaritano. |
