La mañana del 19 de abril de 1995, todo transcurría normal en Oklahoma City. Los funcionarios de Social Care llegaban a sus oficinas en el Edificio Murrah de la urbe. Madres confiadas dejaban a sus chiquillos en una guardería en el noveno piso, mientras que algunos ciudadanos buscaban llegar a sus despachos a tiempo, para marcar la tarjeta. De repente, después de las nueve de la mañana, la fuerza de una explosión destruía la mitad del edificio. Paredes completas, pisos de concreto, elevadores, muebles, ventanales y personas se volvieron parte de los escombros. Infierno en la tierra. Un grupo de personas trató de auxiliar a los heridos. Las televisoras hicieron tomas impactantes sobre el valor de los rescatistas. Todos se preguntaban, ¿Quién seria capaz de semejante acto salvaje? La sorpresa fue mayúscula.
Timoty McVeigh, un fanático militarista norteamericano, había asesinado a la gente en el ruinoso edificio. Este señor fue luego detenido por una redada y condenado en Denver, Colorado, por el asesinato de 168 personas en el bombazo de Oklahoma City. Este 16 de mayo será ajusticiado con una inyección letal en la prisión federal de Terre Haute de Indiana. Cerca de 250 testigos, heridos igualmente en el peor atentado terrorista de la historia de Estados Unidos, ha solicitado al gobierno presenciar la ejecución.
El ex militar estadounidense junto con su amigo Terry Nichols, colocaron un camión alquilado repleto de explosivos y material altamente inflamable frente al Edificio Federal Murrah. En el funesto hecho, unos 168 civiles y funcionarios norteamericanos perecieron, incluyendo once niños de aquella guardería ubicada en complejo gubernamental.
Más tarde, McVeigh dijo en el juicio de su condena en Colorado, que realizó el brutal atentado por el asalto del FBI al complejo religioso en Waco, Texas. Recordemos que esa vez, el activista cristiano radical David Koresh se alzó en armas contra las autoridades norteamericanas, junto con otros fanáticos evangelistas. Cerca de 50 personas murieron en el incidente. Desde esa vez, el militar planificó la venganza contra una oficina federal en el Centro de Estados Unidos.
El convicto ha solicitado clemencia a la Casa Blanca por su ejecución dos horas antes del momento definitivo. Según el Protocolo de Ejecuciones de la Oficina Federal de Prisiones de Estados Unidos, la pena de muerte a McVeigh sólo se detendrá en el caso que se reciba una llamada del Presidente Norteamericano, entre 45 a 10 minutos previos a la aplicación de la inyección letal.
La Ejecución de Timoty McVeigh seré vista por circuito cerrado de televisión y será la primera en 40 años que efectuará el gobierno federal de Estados Unidos. Su ejecución se está convirtiendo en un enorme espectáculo de los medios de comunicación. Por lo menos 1.400 periodistas informarán sobre sus últimos días. No queda alojamiento en Terre Haute y sus alrededores. La televisión norteamericana ha comenzado la cuenta atrás hasta la inyección letal en la mañana del 16 de mayo.
El convicto ha solicitado clemencia a la Casa Blanca por su ejecución dos horas antes del momento definitivo. Según el Protocolo de Ejecuciones de la Oficina Federal de Prisiones de Estados Unidos, la pena de muerte a McVeigh sólo se detendrá en el caso que se reciba una llamada del Presidente Norteamericano, entre 45 a 10 minutos previos a la aplicación de la inyección letal.
Fue el héroe de su unidad en el Golfo Pérsico. Salvó a varios amigos suyos en una batalla contra los árabes. Pero Tímoty McVeigh, ex militar estadounidense, siempre será recordado como el "Carnicero de Oklahoma" por ser autor del peor atentado terrorista de la historia americana. Ilógico parece esto: un ciudadano de Estados Unidos mató más gente de cualquier otro mercenario fanático extranjero. |