Ser mujer y buscar un empleo todavía está sujeto a los prejuicios, condicionamientos sexuales y malas intenciones.
Escuchaba a una dama de edad madura pero aún de buen ver, que junto a otras amigas fue en busca de trabajo a un hotel de fama caribeña.
El famoso lugar solicitaba a mujeres como guías de turismo.
Para tal fin, como requisito pedían que estas hablaran otros idiomas.
Las señoras expertas en más de uno, ni lerdas y menos perezosas acudieron al sitio para optar por el puesto. Les asignaron una supervisora. Las llevaron por los varios rincones que posee el paraíso en mención para conocerlos. Hicieron algunas pruebas escritas. Esto para comprobar sus habilidades idiomáticas.
La jornada de supervisión llegó al final. Sin embargo, las esperaba tremenda sorpresa. La despampanante supervisora halagó sus conocimientos. Más no sus dotes y virtudes promocionales de bares, discotecas y casinos; así como de actitudes sociables con los futuros clientes (turistas).
Las futuras guías caídas en desgracia, se quedaron con la boca abierta... quien las evaluaba les dijo tranquilamente que habían sido rechazadas por estar "pasadas de moda".
El puesto lo lograrían aquellas damas que pudieran aceptar que los galanes extranjeros, las pellizcaran alguna que otra vez en sus "cachetitos latinos". Al parecer entre otras linduras.
Si usted es seria, responsable, inteligente y con muchos títulos, y para dicha guapa o atractiva y por obra y gracia es bonita, casi Miss Universo, prepárese. Hay quienes ligan esto a que por su seriedad no lleva chance en este tipo de labor. Si está dispuesta a ser sinvergüenza... ¡Bingo!