CUARTILLAS
Recetas

Por Milciades A. Ortíz Jr.

Ahora que pasaron las elecciones han surgido numerosas "recetas" para gobernar bien a Panamá.

Me encuentro con un jubilado en una farmacia de San Francisco, quien sostiene que el nuevo gobierno debe usar los mejores planes, no importa si no son del triunfador.

"Al panameño lo que realmente le interesa es que solucionen los problemas. Si hay una buena fórmula para acabar el desempleo entre los perdedores, el nuevo gobierno debería realizarla para bien del país", dijo muy serio.

Yo casi me río y le dije que a pesar de sus años, pareciera que él no conocía cómo es realmente el panameño. "En general, hay mucha envidia entre los panameños; por eso no creo que la triunfadora ponga en práctica lo propuesto por los perdedores, aunque sea la mejor", sostuve ante el amigo jubilado.

Se rascó la cabeza y murmuró que la política ya había pasado, y que "lo que interesaba ahora era arreglar al país".

Esas palabras me quedaron dando vuelta por la mente varias horas. Al día siguiente, en una pequeña reunión en un pasillo de la universidad, un profesor sostuvo que "sería genial que la ganadora llamara a cooperar a sus contrarios en el nuevo gobierno, para bien del país".

También me reí ante lo que consideré ingenuidad o sencillamente, un exagerado idealismo. Pensé que estas personas creían que el panameño había alcanzado un alto nivel de lo que llaman "cultura política", cosa que creo no es así.

Pero otro profesor profundizó el pensamiento: "Lo que se trata es de lograr una especie de gobierno de unidad nacional, para entrar al nuevo siglo con buen pie, sobre todo ahora que Panamá manejará el Canal".

El profesor arremetió con nuevos argumentos: "Ya no hay que estar defendiendo los puestos que se le deben dar a los copartidarios en el nuevo gobierno. Con el Canal y el desarrollo de las áreas revertidas habrá puestos para todo el mundo".

Suspiré y pensé que a lo mejor esos "sueños de verano" de mis compañeros y conocidos, podrían funcionar en Europa, donde la gente piensa más en sentido de patria que de politiquería. Pero, ¿en Panamá? ¿Estaremos los panameños suficientemente maduros para que un gobierno haya gente de los otros dos bandos perdedores?

Entonces seguí dándole vuelta a la idea; buscando argumentos a favor y en contra, en un ejercicio mental que esperaba me produciría tema para escribir un artículo (columna).

¿Si Ud. ha sido contrario de quien ahora gobierna y va a trabajar con él, qué pensarán sus partidarios? ¿Qué se vendió por un puesto?

Hay que recordar que una de las características del panameño es que es mal pensado y desconfiado. Eso podría ser la ruina política del perdedor. Muchos de sus seguidores no comprenderían cómo ahora trabaja para quien antes era su enemigo político.

Sin embargo, el argumento de que hace falta un gobierno de "unidad nacional" para manejar bien el Canal y las áreas revertidas, tiene mucho peso. La patria debe estar primero, y esto exige que haya honestidad y sinceridad por ambas partes. Primero, por parte del nuevo gobierno, que haría esto con el fin de beneficiar a toda la patria, y no como propaganda política.

Y segundo, el contrario que vaya a trabajar con la ganadora, debería hacerlo "pensando también en los mejores intereses de la Patria, no en sabotear al nuevo gobierno, "torpedeándolo" desde adentro. Así podrá hacerse una figura pública para las próximas elecciones.

Repito: dudo que el panameño tenga suficiente madurez como para que funcione ahora un gobierno de "Unidad Nacional" pero como ser humano, puedo estar equivocado.

 

 

 

 

 

 


 

AYER GRAFICO
Escenas que eran frecuentes en el área del Instituto Nacional


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, conduzco como un desalmado


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