EDITORIAL
Aniversario en el mes de mayo y crisis
potencial en Educación
El 10 de mayo de 1951 se
produjo el segundo derrocamiento de la Presidencia de la República
del Dr. Arnulfo Arias Madrid, siendo el golpe militar encabezado por la
Guardia Nacional bajo la jefatura del coronel José Antonio Remón
Cantera, posteriormente presidente de la República en el cuatrenio
1952-1955, y asesinado el 2 de enero de 1955 en el viejo Hipódromo
Juan Franco.
Siete años más tarde estalló una rebelión
estudiantil contra el gobierno del presidente Ernesto De La Guardia Jr.,
la que dejó un saldo de 11 muertos y 22 heridos. El mes de mayo en
el tiempo marca una serie de jornadas históricas sobre las que es
preciso reflexionar por las implicaciones que tienen.
Aparentemente ya la Guardia Nacional no es la institución beligerante
para quitar o poner mandatarios, por lo que las esferas de influencias están
en otra parte y todo parece indicar que saldrán núcleos más
fortalecidos de instancias allegadas al poder económico.
Mientras se abre un compás de espera para ver la reacción
del nuevo gobierno que será presidido por doña Mireya Moscoso
es inaudito que en el Ministerio de Educación se sigan las provocaciones
contra docentes y estudiantes. El ministro Pablo Thalassinos trata de implementar,
sin un período de transición, un sistema de notas y calificaciones
que rechaza el personal educando. Cuando este problema debiera trasladárselo
al nuevo gobierno, el ministro Thalassinos insiste en sembrar la inquietud
entre los estudiantes.
A través de los años, varias autoridades han calificado
como un "bunker" al Ministerio de Educación y que es muy
difícil romper sus añejas estructuras. Dirigentes magisteriales
como Ada de Gordón y Marcos Alarcón han ocupado esa cartera
sin tener ningún éxito porque han chocado con los gremios
docentes.
La Reforma Educativa que llevó a la Asamblea el Dr. Aristides
Royo como presidente de la República y la ley que envió a
la Cámara el ministro encargado de la Presidencia, Licdo. Manuel
Solís Palma, tampoco pudieron modernizar la educación y desde
esa época han seguido fallando los intentos varios inconsultos de
mejorar la instrucción pública y la educación. Thalassinos
no fue la excepción a la regla, pero quiso imponer algunas disposiciones
en forma drástica que le ha merecido cuestionamientos.
El nuevo gobierno pretende sacar al Ministro de Educación de una
terna que le presenten los gremios educadores, lo que nos parece acertado
porque los docentes conocen muy bien sus problemas. Por eso opinamos que
son innecesarias las provocaciones intencionadas del Ministerio de Educación
que en este período de transición debe dejar las cosas quietas
y no "alborotar el avispero".
En este mes de mayo, de aniversarios luctuosos y gestas con heridas
que no han cicatrizado, es peligroso "echarle sal a la llaga"
y "alborotar el congo", como dice el refrán popular, algo
insensato de parte de los que gobiernan.
El Organo Ejecutivo debe recomendarle prudencia a sus subalternos y advertirles
que no traten de hacer ahora lo que debieron haber hecho antes. El país
está en relativa calma y esperando días mejores para que una
torpeza de gente mal intencionada empiece a poner nubarrones en el horizonte
político de la Patria.


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