La gerente de Rasfer Internacional, Susi Criado, negó ayer que esta empresa tenga relación con el fármaco contaminado que ha causado más muertes en Panamá, suministrado por el grupo Medicom al laboratorio de la Caja de Seguro Social panameña.
Según explicó la gerente a EFE, �ngel de la Cruz, distribuidor de Panamá del grupo Medicom, les pidió en 2003 glicerina pura de la más barata, que se le sirvió a través de un agente de China que certificó con un boletín de análisis que el producto era glicerina pura en el 99.5%.
A Rasfer se le implica en el suministro a Medicom de Dietileneglycol, un producto que esta compañía vendió después a la Seguridad Social panameña en la creencia de que era glicerina.
Criado afirmó que Rasfer, una empresa con 30 años de actividad, se limitó a realizar una operación comercial de importación-exportación de China a Panamá, sin que en ningún momento se manipulara el producto, ya que la glicerina ni siquiera pasó por las instalaciones de la firma.
Criado puntualizó que la glicerina llegó a Barcelona en unos contenedores a los que se añadieron otros productos, y desde el mismo puerto de la ciudad española partió a Panamá.
Además, añadió, nunca se pudo cobrar la factura de estos productos, por lo que Rasfer demandó a los tribunales de Panamá al grupo Comercial Medicom y dejó de tener relación con la persona de contacto.
INSPECCION
La gerente aseguró que en noviembre de 2006 la Agencia Española del Medicamento ya les hizo una inspección a través del Gobierno regional de Cataluña y se les pidieron los documentos relativos a esa importación, quedando patente que el boletín de análisis de la glicerina que ellos suministraron no coincidía con el que portaban de Panamá para que lo reconocieran.
La gerente de la firma remarcó que el boletín que se les mostró estaba falsificado por �ngel de la Cruz y que en vez de glicerina pura rezaba Glicerina USP (farmacopea de EEUU), tenía cambiada la fecha de fabricación y de caducidad, y no era el mismo que ellos tenían.
Desde Rasfer se insiste en que como intermediarios nunca manipulan la mercancía y que si el cliente era un laboratorio de la CSS de Panamá, ellos debían haber hecho un análisis para ver qué era lo que recibían y si coincidía con lo pedido, lo que nunca se hizo.
EN CHINA
En tanto, China inició una campaña para reforzar las medidas sanitarias y de seguridad en la industria de la alimentación y la farmacéutica, tras la detención de los gerentes de dos empresas ligadas a la producción de alimentos caninos contaminados que causaron la muerte de numerosos perros y gatos en América del Norte.
Mientras tanto, la prensa estatal dijo que el inspector general de la industria farmacéutica será juzgado este mes acusado de aceptar sobornos para que aprobara medicamentos que no habían sido probados.
El diario The New York Times informó recientemente que una empresa china vendió dietileno glicol, un producto químico parecido al anticongelante de los automóviles, que acabó en unas medicinas que mataron a un grupo de personas en Panamá.
DEFICIENCIAS
El organismo chino que establece las normas reguladoras en la alimentación y los medicamentos está plagado por ineficiencias desde hace años. Su director, Zheng Xiaoyu, fue cesado en el 2005 y ha sido acusado de aceptar hasta $780 mil en sobornos para que aprobara los medicamentos, incluyendo un antibiótico que mató por lo menos a 10 pacientes.
