"No tengo miedo", fue lo que dijo antes de viajar hacia Caracas, Venezuela, el juvenil velocista panameño Alonso Edwards, quien ayer se convirtió en la máxima atracción de los II Juegos Deportivos de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA).
El atleta, de 17 años, hizo honor a sus declaraciones, ya que fue él quien sembró el terror en la pista del estadio Brigido Iriarte, al quedarse con la medalla de oro de los 100 metros planos, al fijar un excelente tiempo de 10 segundos, 25 centésimas.
"�sta es una medalla muy importante para mí. Quiero prepararme poco a poco para seguir dejando en alto el nombre de Panamá", declaró Edwards, quien dejó fuera de combate a sus principales rivales de ayer: el cubano Henrú Vizcaino (10:30) y el chileno Kaen Berrocal (10: 35), plata y bronce, respectivamente.
"Este oro se lo dedico a mi país. Estoy muy contento", destacó el "hijo del viento", versión istmeña.
Florencio Aguilar, entrenador de Irving Saladino, expresó que el registro impuesto ayer por Edwards en la "Clásica Centuria" del ALBA "es excelente para su edad".
"Con esa marca, él (Edwards) tiene para dominar el área Panamericana dentro de su categoría (juvenil)", comentó Aguilar.
Afirmó que, aunque el 10:25 es un tiempo de adultos e incluso una marca para ir a los Juegos Panamericanos, donde compiten mayores, al atleta "deben llevarlo con calma para no desgastarlo".