La piscina es uno de los lugares favoritos de los niños pequeños; sin embargo, hay que tomar ciertas precauciones a la hora de exponer a sus niños a los peligros que el cloro puede ocasionarles.
Uno de los principales estudiosos de esta materia es el profesor belga Alfred Bernard, quien se hizo famoso por un informe sobre los daños provocados por el cloro en niños que practican la natación desde muy pequeños.
El científico, sin embargo, señala que la higiene y la ventilación en las piscinas reducen drásticamente los riesgos.
OJO DONDE LLEVA A SUS BEBES
Insistió en que el mayor peligro es la tricloramina: un gas contaminante, producido por la mezcla del cloro con sustancias orgánicas, como la orina, el sudor y la saliva.
Por ello, los padres tienen una gran responsabilidad a la hora de elegir la piscina a la que llevan a sus hijos, y deben "evitar aquellas donde existe un fuerte olor a cloro, que es señal de falta de ventilación.
Asimismo, advirtió del exceso de cloro en el agua, producto muy nocivo para los niños que lo ingieren involuntariamente.
Según Bernard, equipar las piscinas con los medios necesarios y ventilar con frecuencia resulta muy caro, razón por la que la mayoría incumple esas normas.