El sufragio es un derecho de todos los ciudadanos, por eso resulta inconcebible que se pretenda prohibir el voto a los miembros de la Fuerza Pública, bomberos y otros funcionarios que presten servicio el 2 de mayo, lejos del centro de votación que le corresponde.
Con el modernismo y las facilidades de comunicación existente es increíble que se busque impedir que al menos 6,000 funcionarios puedan ejercer el sufragio.
El propio Código Electoral y decretos emitidos por los magistrados del Tribunal Electoral permite que los policías puedan ejercer el voto en la mesa de votación que custodien, por lo que no se explica el porqué ahora se imponen restricciones al sufragio de éstos servidores públicos.
El sufragio libre es uno de los principales elementos de una democracia y por ende se debe promover la participación de todos los ciudadanos.
Si bien es cierto que en sectores alejados como Darién un contingente de policías puede variar los resultados en unos comicios para legisladores, se pueden buscar mecanismos, para que los uniformados sólo ejerzan el sufragio para escoger al Presidente de la República.
Al mismo tiempo, la Fuerza Pública puede tomar las medidas pertinentes
para asignar a su personal en los centros de votación, donde dichos funcionarios están registrados.
Con un voto se pierde o se gana una elección, por eso es necesario que todos y cada uno de los panameños habilitados para concurrir a las urnas el 2 de mayo, cumplan con su deber ciudadano.