Miles de panameños están mirando el reloj a cada momento por la tarde, esperando la hora de salida. "Uf, menos mal que se fue el día", pensarán al marchar hacia sus hogares. Para ellos, "el trabajo lo hizo Dios como castigo", como decía hace cincuenta años una canción popular.
Menos mal que también existen otros miles de compatriotas que no "aguaitan" el reloj, porque no tienen ganas de terminar su trabajo.
Ellos consideran al trabajo como una manera de realizarse el ser humano. Una oportunidad para demostrar la capacidad que tienen de ser útiles para la sociedad y vivir bien.
A los dieciocho años recibí una bella lección sobre lo que es trabajar. Estaba en mi primer empleo y el jefe, el Juez Rubén D. Conte (q.e.p.d.), me mostró dos viejos porteros limpiando el piso.
"Don Goyo" y Doña Juana tenían que trabajar porque no consiguieron jubilación. A pesar de sus edades, limpiaban y barrían los pisos con entusiasmo.
Se les notaba que estaban contentos con lo que hacían. En esas mismas oficinas habían jóvenes para quienes trabajar era una tortura.
"Ellos trabajan con amor", dijo el Juez Conte al adolescente subalterno. "Así debe trabajar usted para que se sienta feliz", agregó.
Han pasado cuarenta y ocho años y todavía sigo amando lo que hago, tratando de estar al día en la enseñanza de Periodismo y Sociología.
Esta es la receta para ser un buen trabajador, no importa lo que usted haga ni el suelo que reciba.
Lo que sucede es que a veces las personas no trabajan en lo que les gusta.
Algunos deciden hacer algo que les da mucho dinero, pero que no tienen vocación para realizarlo.
A esas personas se les aconseja que antes de deprimirse, hagan lo que les agrada como un "hobby" o actividad secundaria.
Parece que hay trabajos muy aburridos o rutinarios. Sin embargo, algunos técnicos en estos asuntos dicen que eso depende de la personalidad del trabajador.
Así se encuentra a alguien contento con su trabajo... que para otros es aburrido. Es cuestión de actitud ante lo que se hace...
Búsquele un ángulo interesante a lo que hace, por más aburrido que parezca. Es un buen consejo para esos panameños(as) que sufren con sus empleos.
Sería bueno que en los colegios secundarios se oriente a los futuros trabajadores en estas realidades. Muchas caras amargadas desaparecerían los lunes...
