Hay veces que las mujeres piensan que el marido no la quiere porque supuestamente ya no escuchan palabras como "te amo" o ya no las toman de las manos. En cierta forma, estas cositas podrían dar luces de que algo negativo esté pasando, pero antes de pronunciar algún pre-juicio, estimadas esposas, deben repasar si están cumpliendo con su deber como ayuda indónea con sus parejas.
Me gustaría citar lo que dice la Biblia en Tito 2: 3-5 donde leemos: "Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien, que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada".
Primero, deben amar a sus maridos y a sus hijos. Recuerde que el amor del cual se está hablando aquí, es un amor tal que se manifiesta en sacrificio por la persona amada.
Las esposas deben ser prudentes. Esto significa equilibradas, maduras, sobrias, bien centradas. ¿Es Usted una esposa prudente? O es ese tipo de esposa que se altera por todo, que explota por la mínima cosa, que se deja llevar de la emoción del momento y actúa fuera de control.
La esposa debe ser casta. Esto no solo significa que la esposa no debe ser infiel a su esposo. Significa que la esposa transmita una imagen de pureza en lo sexual y fidelidad absoluta a su esposo.
La esposa debe ser buena. Esto habla del carácter de la esposa. ¿Es usted una buena esposa? O es ese tipo de esposa que critica a su esposo a sus espaldas.
Y pregunto más. ¿Dedica más tiempo a su trabajo que a su esposo y
o a su familia? Si es así, no se ha dado cuenta que esa flor, cuyos pétalos lucían hermosos, ya comienzan a marchitarse porque nadie le cambia al gua y el olor que expide es peor a cualquier letrina...