Omar Herrera, de 18 años, murió anoche tras recibir dos balazos en su anatomía por parte de un enemigo.
La víctima en horas de la tarde sostuvo una pelea con un sujeto, el cual se presume sea el asesino del cuadro de fútbol.
Aparentemente, Herrera le salió bueno a los puños. Su agresor, que quedó disgustado por haber perdido el "fighting" se fue y buscó un arma de fuego con la cual correteó a la víctima, quien para salvarse huyó a hacia su casa, pero el asesino le disparo en el camino y las balas se le alojaron en lado derecho del cuello y espalda matándolo inmediato.
Familiares y amigos de la víctima se presentaron al lugar y no podían creer que "Rogelio" como lo llamó su tío había sido asesinado a sangre fría.
Omar era tranquilo, además estaba graduado; tampoco tenía hijos y no andaba en malos pasos ni mucho menos en gavilla, así lo hicieron saber los moradores del lugar quienes exigían justicia por el homicidio. El responsable huyó.
La madre de la víctima no logró contener las lágrimas al saber que su hijo estaba muerto y en un último intento por volver a tenerlo en sus brazos, burló el cordón de seguridad que los uniformados habían montado; descubrió el cuerpo, lo tocó y gritó como quien busca desahogar su dolor.