Confieso que no me gustó pagar más de dos balboas por recorrer unos pocos kilómetros de la autopista hacia Colón. Es cierto que este tramo no está congestionado y por lo tanto se maneja sin problemas, a alta velocidad.
Es lamentable que la autopista Panamá-Colón sea un proyecto que luego de más de treinta años, no se ha realizado.
Ojalá sea verdad que ahora este gobierno lo hará. Con esto aumentará el turismo interno hacia la ciudad atlántica, aparte de los viajes de negocios (que son bastante).
Colón es una de las pocas ciudades de este país que se hizo bien. Sus calles son anchas, rectas, con direcciones fáciles.
Pero el tiempo parece haberse "congelado" en Colón.
Y en ciertos sitios da miedo circular, aunque usted esté en su automóvil... ¡con las ventanas cerradas y las puertas trancadas!
Ese domingo diez de abril continuaba mis viajes de "turista interno", por una ciudad que me trae viejos recuerdos.
Allí vivieron mis tíos Elisa, Raymundo, Alfonso y mis primos Aldo y Gino. A excepción de Aldo, todos ya están fallecidos.
En los años sesenta iba a Colón con frecuencia. Era otra ciudad. Estaba llena de gente trabajadora. Su "Paseo del Frente" atraía a turistas nacionales y extranjeros.
Algunas de sus joyerías eran famosas, incluso en la capital.
Había personas que iban expresamente a Colón para disfrutar de su comida china, o de los guisos de tortuga (no protegida entonces).
Esta vez me dirigí al puerto de Cruceros y pude ver el espectáculo de decenas de turistas comprando en el lugar.
Fue emocionante que me confundieran con turistas (¡Con la cara de gringo que tengo!)
Encontré al ex alumno Licdo. Alexis Abraham, atareado con los turistas. Me dijo con pena que días atrás habían asaltado a seis de ellos.
Parece que se metieron sin protección en una zona "roja".
Bueno, si los mismos colonenses no cuidan a los turistas que vienen a dejarle montones de dólares, ¡allá ellos!
Luego recorrí algunas calles de Colón, pero había mucha pobreza y basura. En ciertos sitios pareciera que hubiera ocurrido un bombardeo.
La Avenida Central, con su largo parque en el medio, llamó la atención de mi acompañante. Exclamó que Colón podría ser una de las mejores ciudades del país... (algunos creen que eso sería un milagro).