Tal como le referimos en un artículo anterior, hubieron acordeonistas que constituyeron los pilares de nuestra música típica, pero poco conocidos, aunque algunos dejaron su música grabada en discos sencillos. Mientras que otros son recordados sólo por los bailadores de las comunidades donde un día se presentaron.
El herrerano Juan Rodríguez fue uno de ellos. Su época de oro se dio en los `50. Recordado por amenizar actividades durante la campaña presidencial de Heraclio Barletta, durante 1951 a 1952.
El también herrerano, Inocencio Herrera: sobresalió como violinista y en ocasiones ejecutaba el acordeón. Recordado por la ejecutar piezas "Paloma Titibú" y el "Canajagua Azul" de Gelo Córdoba. Pero también recordado como el cantinero del Jardín Tiseño.
Feliciano Vergara, hermano de Victorio Vergara, amenizó más de una actividad en diferentes pueblos de la Provincia de Los Santos.
Generalmente estos acordeonistas no contaban con conjuntos, sino que los organizaban cuando se les presentaba la oportunidad.
La lista es larga y luego de ello surgieron otros, conocidos por algunos y desconocidos para otros, como es el caso del difunto chiricano Ñito Lasso, Chichito Vergara, Papi Brandao, Leo Mudarra o Rubén Darío Martínez (No guarda relación con el autor) gran músico y compositor chiricano.