Es cierto que no es fácil marcar goles, que en el fútbol de hoy día escasean cada vez más los goleadores. Pero el problema de goles no es sólo de la selección Sub-20, sino de todo el fútbol de Panamá.
Si revisamos las cifras de la selección mayor en la hexagonal, vemos que en tres partidos disputados solamente hemos marcado dos goles. Es decir, que el promedio no llega al gol por partido.
Por otro lado, la selección Sub-20 en igual cantidad de partidos en el torneo amistoso de Chile sólo anotó un gol. El problema es que recibió diez anotaciones.
Pero el mal momento ofensivo que viven nuestras selecciones es similar a lo que se vive en el actual torneo de la ANAPROF. No hay goleadores.
El que más lleva, solamente ha anotado seis goles en catorce fechas. ¡Increíble! Lo que significa que el promedio de goles de nuestros goleadores en la ANAPROF está por debajo del 0.50 por partido. Un porcentaje vergonzoso para un delantero, o mejor dicho para un goleador.
Decía Ronaldo en una entrevista que el goleador tiene que combinar oportunismo, frialdad y precisión cuando está frente al arco contrario.
¿Qué pasa con nuestros goleadores? La respuesta parece que hay que buscarla debajo de un túnel, porque actualmente ese personaje no existe en el fútbol nacional. Si hay delanteros, también hay delanteros con gol, pero un goleador en el sentido de la palabra, no existe en este momento en el fútbol nacional.
Este es un mensaje para que nuestros artilleros se pongan las pilas, den un poquito más de lo que acostumbran y muestren sus condiciones para que puedan triunfar como lo hizo el desaparecido Rommel Fernández o los hermanos Dely Valdés.