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Fidel Castro y Vicente Fox: "de amigos a rivales".  |
El gobierno de México calificó de inaceptable y violación de privacidad la difusión por parte del presidente cubano, Fidel Castro, de una conversación telefónica que sostuvo en marzo con el mandatario mexicano Vicente Fox.
Pero México dijo también que no obstante la publicación de la conversación telefónica, dos días antes de una reunión de la ONU en Monterrey, mantendrá sus relaciones diplomáticas con Cuba.
Castro llamó mentiroso a Fox y para probarlo hizo pública una conversación telefónica del 19 de marzo en la que el mandatario mexicano pidió al gobernante cubano asistir a la cumbre de las Naciones Unidas solamente un día y que se fuera después del almuerzo.
"El gobierno de México considera inaceptable que las autoridades cubanas hayan violado la privacidad de la conversación entre ambos mandatarios", dijo el portavoz de la presidencia mexicana, Rodolfo Elizondo.
El presidente cubano, que difundió la grabación ante periodistas en La Habana, dijo que con su petición Fox estaba respondiendo a presiones de Estados Unidos para que no coincidieran en la cumbre Castro y el presidente estadounidense George W. Bush.
CASTRO DESAFÍA A FOX
Castro abandonó la reunión abruptamente después de finalizar su alocución, por razones que atribuyó a una "circunstancia especial", pero posteriormente el gobierno cubano dijo que lo había hecho debido a presiones de Fox.
Sin embargo, Fox había negado cualquier presión para evitar la presencia de Castro o para provocar su partida intempestiva poco después de dar su discurso en la conferencia.
En la rueda de prensa, Castro, acompañado del canciller cubano Felipe Pérez Roque y del presidente de la Asamblea Nacional, Ricardo Alarcón, leyó el diálogo sostenido entre ambos mandatarios, y a continuación fue reproducida toda la conversación telefónica.
En la conversación, se escucha cómo Fox le dice a Castro que su presencia en la reunión le creaba "una buena cantidad de problemas" y le pide que se marchara después del almuerzo en honor a los mandatarios.
El jefe de Estado mexicano incluso le dice a su par cubano que podía sentarse a su lado durante la comida, con la condición de que inmediatamente después se marchara del país.
Castro advirtió que el asunto podría desembocar en la ruptura de relaciones con México, pero señaló que los vínculos entre ambos pueblos serían eternos. "Si se probara que tal conversación no tuvo lugar nunca... me comprometo a renunciar de inmediato a todos mis cargos", dijo Castro leyendo un discurso frente a la prensa nacional y extranjera.
Tanto Fox como el canciller Jorge Castañeda han sostenido que Castro permaneció todo el tiempo que quiso en Monterrey y descartaron que hubiera habido presiones de Estados Unidos para que se retirara del encuentro.
"Todos mentían a diestra y siniestra", aseguró Castro. Castro relató que la conversación tuvo lugar un día antes de que viajara de La Habana a Monterrey, cuando recibió una llamada de Fox en su despacho, casi al filo de la medianoche.
El líder cubano dijo que revelaba el contenido de la conversación, que Fox le pidió que fuese privada, debido a "la gota que derramó la copa": el voto de México la semana pasada en Ginebra en la Comisión de Derechos Humanos a favor de enviar un delegado que observe los derechos humanos en Cuba. México tradicionalmente se ha abstenido de votar a favor o en contra de Cuba en este tipo de resoluciones. |