El Deportivo de La Coruña recuperó ayer su fortaleza en el estadio de Riazor, donde había fallado en los dos últimos encuentros, y derrotó al Almería por 2-0 en la segunda parte para mantener sus opciones de regresar a las competiciones continentales.
El duelo entre gallegos y andaluces comenzó con excesivo descontrol, especialmente en el equipo de Miguel Ángel Lotina, que se trastabilló con el balón cuando quiso cruzar con peligro el centro del campo y apenas encontró espacios en un rival bien plantado y que recurrió a la presión para evitar sobresaltos.
Deportivo, a pesar de tener el marcador a su favor, fue ambicioso y lo demostró Lotina con la entrada de un segundo delantero, el franco-tunecino Lassad Nouioui, que sentenció el choque a los 68 minutos