La prioridad de que los gobiernos desarrollen la ciencia y la tecnología, quedó destacada en una interesante entrevista hecha a Jeffrey Sachs, director del Earth Institute de la Universidad de Columbia, asesor de Juan Pablo II y del secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Anman, entre otras múltiples distinciones.
Para Sachs, los gobiernos pueden hacer mucho para estimular el desarrollo científico y tecnológico, tal como lo hicieron Corea, Taiwan e Israel, países que impulsaron laboratorios de primer nivel internacional dentro del Estado, ofrecieron becas y subsidios a través de las fundaciones nacionales de ciencia, para estimular la ciencia básica y respaldaron la actividad privada y el gobierno, para estimular la creación de nuevos sectores tecnológicos.
Estos países exhibieron políticas de respaldo a la tecnología, haciendo inversiones de largo plazo. Así lo hizo Corea, que identificó las tecnologías electrónicas y de la información para posteriormente, respaldar la actividad en semiconductores, chips de memoria e hizo esfuerzos conjuntos con firmas de alta tecnología del extranjero y mandó a sus estudiantes y científicos a centros internacionales.
Por otro lado, Israel y Taiwan, establecieron parques industriales, se movieron agresivamente para atraer a grandes compañías extranjeras y ofrecieron tierras con beneficios impositivos para promover las industrias de alta tecnología.
Por lo tanto, el desafío es pensar en la competitividad de largo plazo, ver cómo se va a reconstruir la economía y las universidades y cómo será impulsado el sector de ciencia y tecnología. |