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  SUCESOS

ASALTO, NO EMPEÑO CHANCES NI BILLETES DE LOTERI­A, SOLO LOS ADMINISTRO
"La ví­ctima soy yo, y no pareciera"
Por el robo de B/.80.000, entre dinero, billetes y chances de loterí­a, se mantiene detenido un docente de primaria, el cual hasta la fecha, supuestamente, es la persona que organizó y distribuyó los billetes de loterí­a robados.

William Sala | Crítica en Línea

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Manuel De León

Manuel De León, propietario de la empresa dedicada a la venta de billetes y chances de lotería, negó que su pequeño negoció sea una casa de "empeño" como se ha informado.

El comentario de Manuel De León surgió para aclarar a la ciudadanía que él y su compañía "Servicios Administrativos Manter", ubicada en Avenida Cuba, edificio Policentro, no es una casa de empeño, sino una empresa dedicada a administrar libretas de billeteros, que -por x o y razón- no pueden pagar a la lotería.

De León, oriundo de la provincia de Chiriquí, explicó también cómo fue víctima de robo su familiar. El asalto a su hermano menor, Gerardo, ocurrió la noche del 2 de abril, cuando una parvada de delincuentes, quienes se llevaron un aproximado de B/. 20,000 en dinero y B/. 60,000 en chances y billetes de lotería, lo privaron de libertad.

El chiricano, con rostro lánguido y mirada esquiva, adelantó que la PTJ de Ancón -al principio- detuvo a 12 personas, de las cuales solo hay tres a la fecha bajo investigación y con la posibilidad latente de quedar en libertad en las próximas horas.

EL ASALTO
Retornando al robo, Manuel -aún entristecido por la tragedia que vivió su hermano- narró que las personas que se lo llevaron a Ciudad Bolívar eran conocidas, ya que se sabían los nombres de la esposa e hijos de Gerardo, el hermano.

Según contó Gerardo a Manuel, fue interceptado por dos carros que impedían su avance por la calle y, cuando decidió bajarse, un sujeto hábil, práctico y sin titubeo le colocó un jacket sobre la cabeza, que impidió que viera, luego -con esposas que ataban sus manos- fue introducido al maletero del auto, un 4x4 y echaron a andar.

Gerardo calcula que duraron alrededor de dos horas de viaje, primero por la carretera de cemento y piedra; después subieron una loma empinada, pero antes -a mitad de camino- el vehículo patinó hasta no decir más. En la punta de esa loma, lo bajaron.

Uno de los delincuentes se acercó hasta él y lo obligó a sentarse sobre una piedra grande. Enseguida, empezaron un interrogatorio; querían saber cuáles eran las contraseñas para abrir las puertas y el código de la caja fuerte.

Como estaba amedrentado, Gerardo accedió y los "chicos malos" apuntaron en un cuaderno. Pero otro carro, donde iban otras personas, llegó en ese momento y uno de sus ocupantes dijo que era muy difícil ingresar al local de esa manera, que lo mejor era llevárselo con ellos.

Entonces, radiaron a otros tipos que aguardaban en la Avenida Cuba. ¿Cómo está eso allá?, preguntaron, y estos les respondieron que todavía no, porque había un patrulla.

Uno de los delincuentes le dio una trompada al rostro de Gerardo. A la media hora del golpe, los maleantes que estaban en la ciudad llamaron a los de Ciudad Bolívar, que ahora sí podían bajar con Gerardo.

Todos se reunieron en la ciudad y sacaron a Gerardo, y uno de ellos le explicó que -al menor contratiempo que se suscitara- ellos tenían un carro con otros delincuentes en la casa de él y esas personas matarían a la familia de mi hermano. Así que de esa forma fue que robaron.

El dinero y los billetes se los llevaron en tres bolsas negras; las cinco puertas fueron atoradas con las guías telefónicas para impedir que se cerraran; también sacaron la cinta del sistema de video.

Hasta intentaron cargar la caja fuerte, cuya llave sólo la tengo yo, pero -como es muy pesada- desistieron y se fueron.

El maestro Mario Otero y dos vendedores ambulantes de chances y billetes de lotería, que antes iban al local de Manuel, son los investigados por el robo.

Manuel De León, quien ha sido asaltado cinco veces, cree que las anteriores fueron por medio de las personas que están bajo investigación, ya que las formas fueron igualitas. Es decir, de gente que sabe bien el funcionamiento del local.

UN ADMINISTRADOR
Compró las devoluciones al 9 % . Las devoluciones son los billetes y chances que no pueden vender los billeteros o vendedores ambulantes.

De cada 100 dólares que ellos venden, se ganan 9 dólares.

"Nosotros compramos las devoluciones para no entregárselas a la Lotería", dijo Manuel.

Los billeteros, a veces, pierden dinero, ya sea porque les meten chances y billetes falsos o son víctimas de robo o no lograron venderlos.

Pero eso, a la Lotería no le importa, y ellos tienen tres sorteos para que paguen, de lo contrario la Lotería les quita las libretas.

Qué hago yo; compro las devoluciones; cancelo lo que ellos deben en la Lotería y pongo al dueño a venderla, si son personas serias, y partimos mita y mita.

Pero si la vende otra persona, el vendedor recibe una comisión del 4%, el dueño se gana el 2% y yo me gano 4%, explicó Manuel.



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