Las ocho familias afectadas por el fuego ocurrido en la barraca 7-78 A en la calle 7 de Río Abajo, amanecieron ayer limpiando y levantando los enseres y muebles que fueron alcanzados por las llamas.
Elia Zepeda, una de las damnificadas, testificó a Crítica que al momento del siniestro se encontraba fuera del inmueble y sus dos hijas estaban dentro realizando tareas escolares.
Zepeda, con más de 24 años de residir en la barraca condenada, manifestó que inmediatamente se dio la voz de alerta trataron de recuperar lo que podían, pero sin arriesgar sus vidas.
La joven madre da gracias a Dios porque a pesar que hoy viven una desgracia no hubo pérdidas humanas.
Ella junto a 19 personas más que forman parte de la lista de los afectados, solicitan al gobierno la ayuda que puedan ofrecer, pero lo más importante es reparar los cuartos para poder seguir conviviendo en el mismo lugar.
MIVI EFECTUA EVALUACIONES
En tanto, un equipo de funcionarios del MIVI encabezado por el Ing. Luis Aguilar, subdirector nacional de Ingeniería, efectúan las evaluaciones técnicas en el área.
Aguilar puntualizó que estructuralmente el inmueble no sufrió daños considerables, pero que el sistema eléctrico es el de mayor afectación.
Sostuvo que luego de los resultados de las inspecciones se determinará cuándo iniciarán los trabajos para la rehabilitación de los ocho cuartos.
El censo dio como resultado 8 cuartos afectados, desglosados en cuatro cuartos con pérdida total y los restantes con dañados parciales.