Enfermo de presión arterial y constantes dolores de cabeza, Agustín Enrique García, ya no sabe que hacer ante la difícil situación económica por la que atraviesa, como desempleado, a pesar de ser miembro fundador del Partido Revolucionario Democrático e hijo de la dirigente, Jovina García, asesinada durante la invasión norteamericana.
Agustín, recuerda la trayectoria de dirigente política que caracterizó a su madre, a quien apoyaron en todo momento inscribiéndose al “glorioso partido PRD”, sin embargo, esa condición parece haber marcado la vida de sus hijos, ya que en el caso del entrevistado, fue destituido las dos veces que el Partido Arnulfista ha gobernado.
García, quien laboró 25 años como funcionario dentro del gobierno oficialista, en una ocasión en el Ministerio de Desarrollo Agropecuario y en el pasado gobierno en el Instituto Nacional de Formación Profesional (INAFORP).
“Pareciera que yo hubiera participado de la muerte de Jesucristo porque pareciera que ser hijo de Jovina fuera el delito más grande, sin embargo hoy día, si mi mamá volviera a nacer, la vuelvó a apoyar de corazón.
Actualmente, Agustín García, padece de problemas de salud que tienen que ver con hipertensión comprobada, dolores de cabeza, que lo mantienen bajo estudio, pero aunque ha buscado por todos los medios que se le reintegre a su puesto o se le nombre en otra institución, ello no ha sido posible, porque nadie lo ha ayudado.
Su estado actual es de desesperación, ya que mantiene un préstamo pendiente y no cuenta con los recursos para comprar la gran cantidad de medicamentos que consume, en los cuales invierte cerca de B/.60.00 mensuales, “ya no se a donde ir, le envíe una carta al presidente Martín Torrijos, pero no me la ha contestado”.