Al leer en la columna sobre el transporte público, usted hacía referencia sobre los denominados diablos rojos y crea que el predicamento que se vive hoy en esos buses, es el mismo que viví yo, cuando me vi obligado a utilizar el mismo ya que desde el interior ( Atalaya, Veraguas) tuve que viajar y vivir en Ciudad de Panamá mientras realizaba mis estudios universitarios en la Facultad de Ciencias Nat. y Exactas de la UP, Escuela de Biología. Créame que ahora que en calidad de visitante de la ciudad observo el mismo desorden y a pesar del poco esfuerzo de las autoridades, se logró bajar un poco la intensidad de los desórdenes de estos vehículos pero se está volviendo a escuchar los aparatos de música con volúmenes estridentes donde no se comprende lo que ellos pretenden que sea música...amén de las regatas y otras cositas.
Me cabe un comentario... soy Biólogo y resido en La Chorrera. Con mucho esfuerzo y el de mi familia, hace un par de años adquirimos un vehículo que utilizo para viajar a mi trabajo en el área de San Carlos. Con las constantes, sostenidos e imparables aumentos de la gasolina me he visto obligado a utilizar lo menos posible mi vehículo y hacer uso del transporte colectivo para llegar a San Carlos.
Muy poca observación y comentarios se hacen sobre estas rutas. Llámese chameros, sancarleños, antoneros, penonomeños y aguadulceños, ya que hay una guerra entre estas rutas para pelear paradas jugosas como lo son La Espiga, Capira, Bejuco y Coronado. es una carrera peligrosa y a muerte , pues a diferencia de las rutas de los " DIABLOS " esta carrera se da en carretera abierta donde estos vehículos desarrollan altas velocidades y la cancha es larga lo que le permite a los " habilidosos conductores " hacer todo tipo de suertes para rebasar a sus contendores y así obtener las paradas jugosas. Otro aspecto es que tengo entendido que cada bus, entre un zarpe y otro tiene un tiempo de reposo prudencial para que entre otras cosas el conductor descanse y preparar el autobús para su salida. Estos señores de las mencionadas rutas, tienen la costumbre de parar en las estaciones (Capira y Chorrera) a llenar su tanque con todos los pasajeros a bordo, lo que considero una falta de respeto ya que utilizan nuestro tiempo para hacer algo que les compete en su período establecido para ello.