El mundo entero está conmocionado por la tragedia que sufre Polonia. La catástrofe aérea de Smolensk, en Rusia ha dejado huérfanas las instituciones polacas. Murieron su presidente Lech Kaczynski, tres senadores, quince diputados, al presidente del Banco Nacional, al Defensor del Pueblo y los cuarto jefes del Estado Mayor del Ejército.
La muerte les llegó cuando viajaban al bosque de Katyn, en Rusia, para un homenaje póstumo a los 22,000 oficiales polacos que en 1940 fueron masacrados por los servicios secretos estalinistas, durante la Segunda Guerra Mundial. Los casi 100 funcionarios de Polonia iban a un acto de desagravio en el 70 aniversario de la matanza ordenada por Stalin.
Para un gran número de polaco, entre ellos, los ex presidentes Aleksander Kwasniewski y Lech Walesa, Katyn es un lugar "maldito", que representa las tensas relaciones que a lo largo de los últimos siglos han mantenido Varsovia y Moscú, pero que hoy se encaminan ala reconciliación por las muestras de solidaridad de Rusia ante el accidente que cobró la vida de la crema y nata del gobierno de Polonia.
Polonia todavía sufre por los recuerdos de la invasión de los nazi y la dictadura de los comunistas. Lo ocurrido el sábado, es otro golpe duro para el sufrido y muy católico pueblo polaco. Conforme a su Carta Magna deberán realizar en un plazo no mayor de dos meses elecciones presidenciales anticipadas. Ojala que esos hermanos europeos puedan superar pronto el dolor que los embarga hoy.