Una ola de asesinatos en la ciudad colombiana de Medellín, con más de 30 víctimas en una semana, fue generada por delaciones de narcotraficantes a la DEA, tras reuniones de agentes norteamericanos con los arrepentidos que se desarrollaron en Panamá y Costa Rica, aseguró ayer el diario El Tiempo.
Según el rotativo colombiano, la guerra que libran bandas del narcotráfico en Medellín fue consecuencia de la delación que hicieron hombres de la llamada Oficina de Envigado.
Castaño Alzate fue detenido el pasado 17 de febrero por agentes secretos de la Fiscalía de Bogotà, después de una delación por alguno de sus socios a la DEA.
La Oficina de Envigado responsabilizó a Mauricio López Cardona, alias Yiyo, de negociar con la DEA.
Los sicarios al mando de López Cardona, al parecer, se reunieron con agentes de la DEA en Panamá y Costa Rica para negociar la entrega a la justicia estadunidense.
"Esta delación desató parte de los 30 crímenes que se registraron en Medellín en menos de cinco días y que llevaron al director de la Policía, general Oscar Naranjo, a ordenar el traslado a esa ciudad de una comisión de 30 investigadores", subrayó El Tiempo.