A pesar de las muertes que se han registrado en repetidas ocasiones debajo de los pasos peatonales, la ciudadanía prefiere arriesgar su vida cruzando los cuatro paños de la vía antes que usar la estructura que fue construida para evitar víctimas fatales.
Tan solo desde el distrito de Arraiján hasta San Carlos existen más de 20 pasos peatonales que se han convertido en meros adornos, debido a que son muy pocas las personas que usan estas estructuras por la simple pereza que les da subir sus escaleras.
Uno de estos puntos es la parada de la llamada Espiga Interiorana.