Raúl Murrieta y Mirisina Ubillús completaron ayer su séptimo día de huelga de hambre en el parque Catedral, a pocos metros de la Presidencia de la República.
Ellos forman parte de los 270 exfuncionarios destituidos en 1990 con la Ley 25, cuyo despido fue declarado ilegal por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que condenó al Estado a pagarles una indemnización.