Un médico panameño advirtió sobre el peligro de la comida chatarra y la incidencia de ésta en el sobrepeso infantil. Los malos hábitos de nutrición en los hogares del país, provoca enfermedades como diabetes en los chicos y por ende disminuye la expectativa de vida de los ciudadanos.
Según el Censo del 2010, el 29.2% de la población del país de 3.4 millones de habitantes, es menor de 15 años, por lo que urge una campaña para mejorar los hábitos alimenticios en los hogares panameños.
Un niño gordo no significa que está sano. El sobrepeso no es salud. Frente a esa situación se requiere educar a los padres y mejorar la comida que se distribuye en los kioscos escolares, para evitar la comida chatarra, los snacks, golosinas, refresco azucarados, grasas y otras burundangas.
Un niño obeso es candidato a la diabetes que trae consigo otros problemas de salud como problemas renales y visuales, así como hipertensión.
Desde niño hay que darle una alimentación balanceada a los niños que incluya frutas y vegetales. Desde chico se puede establecer el hábito de una buena alimentación y no esperar a la llegada de la mayoría de edad o cuando se presenten problemas de salud, para eliminar la comida chatarra.
Los estudios médicos y las estadísticas no mienten, la diabetes es la quinta causa de muerte en Panamá. Cerca de 900 panameños mueren cada año por esa enfermedad, por lo que urge que en los hogares se tome conciencia de ello y que las autoridades de salud también hagan lo propio para orientar a la población, para revertir las cifras que hoy indican que el 50% de la población adulta tiene sobrepeso y que en el caso infantil es que tres cada diez niños está en esa condición.