Antonio Banderas ejerció, emocionado, como "mayordomo" del trono de la virgen María Santísima de Lágrimas y Favores en su cofradía de la Semana Santa de la ciudad de Málaga, donde está con su esposa, Melanie Griffith, y su hija, Estela del Carmen.
Banderas, quien vistió túnica de color crema y ocultó su cara salvo los ojos con un capillo verde durante la procesión, confesó que es difícil explicar lo que significa la Semana Santa y a su esposa le dijo "déjate de explicaciones y de internet, vénte y mírala porque necesito compartir esto contigo".
Declaró a los periodistas que quería "darle una sobredosis de malagueñismo a mi niña", que "sienta lo que es eso, que lo lleve en el cuerpo porque yo de chiquillo me acuerdo de moverme por las calles de Málaga; es un recuerdo que tengo imborrable".
"Cuando uno es chiquitillo eso se te queda en el cuerpo y yo quería que mi niña tuviera esa sensación de los olores, de los colores, de todo lo que se da aquí mezclado,", subrayó.