L as manos callosas penetraban en la tierra negra para sacar con cuidado las p apas y cebollas. Era gente que agachada sobre los siembros al pie de cerros y laderas, cosechaban verduras en Cerro Punta, en las tierras altas de Chiriquí.
Por allá estuve para los carnavales y nuevamente me llené de optimismo al ver trabajo por todos lados.
El mismo martes de carnaval los peones y capataces cosechaban para evitar que se dañara el producto. Pero también vi obreros poniendo bloques y clavando techos, lo que indica que no solamente se trabaja la tierra en ese hermoso sitio.
Días antes había ido por el lleno de curvas, camino asfaltado que conduce al famoso sendero ecológico de los quetzales.
Había caminantes que circulaban por ese lugar, que puede ser desbaratado por el querer de la Presidenta, aunque dudo que lo logre, ya que mucha gente se opone.
Vi letreros opuestos al camino por varios sitios, sentí que la gente habla en voz baja en contra, tal vez temiendo el poder de la Presidenta. Conocí a uno de mis lectores llamado Luis Espinosa, fanático de Cholito Mesero. Me pidió que siguiera hablando de la necesidad de hacer justicia a los que padecieron con la dictadura militar. El mismo fue objeto de vejámenes por parte de "sapos" de los militares, quienes nunca recibieron castigo alguno.
Lo único malo del viaje de ensueño por Cerro Punta, Volcán y Boquete, fue que contraje un virus que me dañó el estómago. Me dijeron que durante todo el año han habido casos de diarrea en ese lugar. Algunos criticaron a las autoridades de salud por no averiguar el origen de esto.
Pero siendo honrado, debo decir que días después me enteré que en la capital también se dan casos de diarrea.
Es más, alguien me aseguró que en los mismos Estados Unidos ha aumentado la frecuencia de estas infecciones.
Sería conveniente saber si se trata de amebas, aguas mal potabilizadas, o algún sabotaje de los malvados talibanes disgustados por nuestra amistad con los norteamericanos (tal vez por eso del Tratado de Libre Comercio con los gringos).
Y como el año pasado, la Interamericana sigue con sus rajaduras, aunque son menos porque ya repararon varios tramos.
¡Al fin hace este gobierno la autopista Aguadulce - Santiago! Lástima que no llegue hasta el mismo David. Las calles por allá están muy buenas y se ve que la Doña le metió la mano a esta región, donde se nota el progreso.