Aunque usted no lo crea, por la cabeza de miles de jóvenes pasa la idea de tener sexo con su novia antes del matrimonio. La técnica es decirle a la chica que le demuestren si es verdad que le aman acostándose con ellos.
¿Hasta dónde viaja la mente de los hombres? La respuesta es hasta donde la mujer lo permita. En realidad hay que tomar en cuenta que no hay que preguntarle a nadie si es correcto o no tener sexo con su novia. Lo mejor es preguntárselo a Dios directamente a través de la Biblia.
He aquí el lugar donde el hombre puede encontrar respuestas a sus dudas, pero en esta ocasión nos enfocaremos en el sexo.
La respuesta está en Génesis 2:18-25. Dios mismo vio en el hombre tres necesidades específicas:
Necesidad de compañía: "No es bueno que este solo". (verso 18). Tenía que ser de su misma especie para que tuvieran un mismo lenguaje, e identificados entre sí y con una forma de vida diferente a los demás seres vivos: "y puso Adán nombre... mas no se halló compañía para él" (versos 19-20).
Necesidad de ayuda: "Le haré ayuda idónea para él"( verso 18). Tenía que ser una parte de Él para que le comprendiera en su naturaleza. "Tomó Dios una costilla de Adán e hizo la mujer" (versos 21-23).
Necesidad de complemento: Tenía que ser diferente a Él para complementarle en todo lo que le faltara. "Hizo Dios una mujer" (verso 22), es notable que Dios fue quien creó las diferencias entre el hombre y la mujer y con propósitos muy específicos, así que el sexo no es malo, pues es diseño perfecto de Dios, quien busca la realización total de sus hijos, su felicidad completa y por eso ha trazado un plan para que igual que al principio de la creación el ser humano no sufra el ser avergonzado por alterar su diseño. Génesis 2:25 25.
Tener sexo no es incorrecto bajo la lupa de Dios.