Una vez terminada la expedición regresamos a la ciudad capital, con la inquietud de conocer más acerca de lo que habíamos visto en ese hermoso lugar.
El siguiente paso fue contactar al director Nacional del Patrimonio Histórico, Carlos Fitzgerld, quien nos habló sobre los hallazgos, siendo muy enfático en sus palabras.
Según el arqueólogo, "estas piedras son denominadas científicamente petroglifos o pretrograbados, las cuales fueron talladas o grabadas con diferentes diseños por los aborígenes; su antigüedad es muy difícil de saber, puesto que este tipo de trabajo es muy antiguo en Panamá".
Se sospecha que en los primeros periodos de la prehistoria fue cuando se hicieron los primeros petroglifos o pregrabados, los cuales según los investigadores, son elementos precerámicos, es decir, mucho antes de que se trabajara la cerámica en Panamá.
Según los investigadores estos tallados se hacían con otras piedras más duras como el basalto, a base de percusión, es decir, mediante el golpe de una piedra contra otra, se sospecha que después de ser diseñadas eran pulidas.
Estas obras tienden a ser geométricas, con muy pocas figuras humanas y de animales.
Para algunos investigadores es claro que los petroglifos tenían un componente de carácter comunitario, que no eran el producto de un solo individuo, sino de actividades que se llevaban a cabo en los grupos o comunidades móviles en esa época.