El presidente de EE.UU., George W. Bush, y su colega ruso, Vladímir Putin, comenzaron en Sochi, Rusia su último encuentro como presidentes, que se celebra con la promesa de encauzar la relación para sus sucesores pero sin esperanzas de un acuerdo sobre el escudo antimisiles.
La Casa Blanca ha descartado lo que se perfilaba como el posible gran anuncio de la reunión, un acuerdo sobre el escudo antimisiles que E.UU. quiere desplegar en el Este de Europa y que se ha convertido en los últimos meses en uno de los puntos más espinosos de la relación bilateral.
"Vamos a tener que trabajar más después de Sochi", afirmó la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino.
Según Perino, el anuncio de un acuerdo "sería prematuro".