La vista del Cerro Trinidad es una postal de presentación para el Poblado de Lídice de Capira. Un sitio donde es fácil llegar gracias a una carretera totalmente asfaltada además del transporte colectivo y selectivo que existe; aunque sólo es hasta determinada hora de la noche.
La vía principal hacia el corregimiento ofrece una vista del Cerro Trinidad, el cual es posible distinguir completamente durante estos meses de verano, al estar despejado de nubes.
Es un pueblo tranquilo en donde la población tiene diversas ocupaciones, además de ser la puerta de entrada hacia corregimientos rurales como Trinidad, aunque se requiere de un vehículo 4x4 para realizar la travesía hacia ese corregimiento, debido al mal estado del camino.
Aún en pie se encuentran viajas casas construidas con bloques de relieves y con un diseño bastante curioso, además pequeñas murallas en los portales.
Otro dato que hace interesante la visita a este pueblo es la belleza de los ríos Trinidad y Capira, lo que ayuda a que el valle sea todavía más fresco.
HISTORIA
Lídice es un poblado con historia, su nombre hace recordar al poblado de Checoslovaquia que fue arrasado por las fuerzas nazis de ocupación durante la Segunda Guerra Mundial.
Una placa en el viejo parque, frente a la antigua Iglesia del pueblo, recuerda la fecha en que se cambio el nombre de "Potrero", como se nombraba anteriormente al poblado a Lídice, en homenaje a las víctimas del pueblo checo.
SUS FIESTAS
Para el 6 de enero, que ya es parte de la tradición del pueblo, se celebra la fiesta de Los Reyes Magos, quienes anteriormente eran los patrones del pueblo de Lídice. El ocho de septiembre, la fiesta de la Natividad de la Virgen María y el cambio de nombre del pueblo, todos los 31 de octubre.
Esta última implica desfiles cívicos con la participación de escuelas del distrito, además de bailes populares.
ATRACTIVOS
Por su clima y la maravillosa vista del Cerro Trinidad, al igual que Cerro Campana, el sitio resulta atractivo para quienes busca un lugar tranquilo en donde vivir además de la posibilidad de escalar y largas caminatas en contacto con la naturaleza.
Desafortunadamente, no están desarrolladas las condiciones para albergar a visitantes por largo tiempo, por lo que las visitas sólo pueden ser por horas, y aprovechar uno que otro pequeño restaurante, los cuales ofrecen comida típica en su mayoría.
