En la mitad de la década de los cuarenta era muy común ver en nuestras calles a figuras que se hicieron muy populares, ya que además brindaban un servicio a la comunidad.
El carretillero: Recorría la ciudad vendiendo frutas y cambiando algunos de sus productos, por botellas de cerveza, de soda, que después se las compraban las distribuidoras.
- El afilador: Generalmente extranjeros (españoles) quienes en una bicicleta acoplada, para tal fin afilaban, cuchillos, tijeras, se caracterizaban por utilizar un silbato, que anunciaba su presencia.
- El vendecuadros: También de origen español eran personas que visitaban a los presuntos compradores de las casas de alquiler, posteriormente pasaron a vender joyas. Todas estas ventas eran a plazos.
"Los vendecuadros" como se les llamaba inventaron "el oro viejo" y los panameños inocentes se lo vendían como algo con bajo valor, cuando es sabido que el oro no sufre gran devaluación. Algunos ahora grandes consorcios del comercio fueron producto del "oro viejo". - El vendedor de pan y dulce: Otra figura que desapareció muy popular fue "Pan Diego" quien con una "java" salía todas las tardes por las calles especialmente del barrio de Santa Ana, todavía recuerdo "su pregón" Pan caliente, Pan Diego.
- El reparador de la máquina de escribir: Una profesión muy apreciada, muchos levantaron sus hogares reparando máquinas de escribir, ya prácticamente ha desaparecido.
- La escuela de barbería: Primero se dictaba en el Colegio Artes y Oficios. Y después tomó la responsabilidad el maestro Suárez (ecuatoriano de nacimiento). Sus hijos se destacaron uno militar, político y otros funcionarios en el Banco Nacional. Ahora no sabemos dónde se preparan nuestros barberos.
- El vendedor de kerosene: Consistía en un camión cisterna, quien vendía de casa en casa el kerosene era un combustible que se utilizada un 100 por ciento para cocinar. Con la llegada del gas butano desaparecen los vendedores de kerosene. Vendedores de kerosene fueron Willie Hinds y el señor Carrillo.
¿Qué les parece?