"¿Cómo puede un conductor arrasar con su automóvil el cuerpo de otro ser humano e irse como si a lo que hubiera dado fuera un objeto inánime?". Eso fue lo que cuestionó Arturo González González, un ciudadano de 35 años que estaba en la Sala del Cuarto de Urgencias del Hospital Santo Tomás, la noche del domingo.
Su cuestionamiento se dio luego que se enteró que Marlene Pérez García y su pareja habían sido arrollados en la Avenida Nacional, detrás del Colegio Pedro Pablo Sossa.
Marlene tenía el rostro casi desfigurado por los golpes recibidos y la sangre parecía no parar de brotar.
La señora, según se informó, fue la que peor quedó con el atropello y el dolor reflejado en su ojo izquierdo, parecía casi insorpotable.
Su pareja sufrió golpes en las piernas, pero supuestamente se negó a ser atendido, tal vez preocupado por Marlene.
El conductor que los arrolló se dio a la fuga, pero un transeúnte pudo anotar el número de la matrícula, pista que sirvió a las unidades policiales para montar un operativo que dio con la captura del sujeto en Betania.
Ahora deberá enfrentar el peso de la Ley por su delito.