El presidente George W. Bush, con un gesto sombrío, lamentó el fallecimiento del papa Juan Pablo II y expresó que ``el mundo ha perdido a un adalid de la libertad humana''.
Bush, que se pronunció poco después de la muerte del Sumo Pontífice, calificó a Juan Pablo de ``buen y fiel servidor de Dios''.
"La iglesia Católica ha perdido a su pastor. El mundo ha perdido a un adalid de la libertad humana'', dijo el mandatario desde la Casa Blanca, acompañado en todo momento por su esposa.
El papa, quien falleció en su residencia del Vaticano a las 19:37, ``dejó el trono de San Pedro de la misma forma como llegó a él, como testigo de la dignidad de la vida humana'', dijo.
Agregó que el Papa fue el primer pontífice en ``emprender una revolución democrática que barrió Europa oriental y que cambió el curso de nuestra historia''.
"En occidente, el testigo de Juan Pablo nos recordó nuestra obligación de construir una cultura de vida en la que los fuertes protegen a los débiles'', agregó.
ORDENA DUELO
El presidente George W. Bush ordenó que la bandera de Estados Unidos permanezca a media asta en todos los edificios e instalaciones gubernamentales y militares hasta el día del entierro del Papa Juan Pablo II.
En una orden presidencial, Bush invocó la autoridad que le confieren la Constitución y las leyes y dispuso que la señal de duelo se muestre en "todos los edificios y predios públicos, todos los puestos militares y estaciones navales, y en todas las embarcaciones militares estadounidenses."
Esa demostración de duelo continuará "hasta el atardecer del día del entierro" del Papa Juan Pablo II, fallecido ayer en el Vaticano.
"También ordeno que la bandera permanezca a media asta por el mismo período en todas las embajadas, legaciones, oficinas consulares y otras instalaciones en el exterior, incluidas las todas las bases militares, y estaciones y embarcaciones navales", añadió Bush en su orden.