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¿Por qué las personas no donan sus órganos tras su muerte?

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Yoira K. Guillén P.
Crítica en Línea

¿Quién está dispuesto a donar sus córneas, riñones u otro órgano para llevarle esperanza de vida a un paciente? Sin duda es una pregunta difícil de contestar. Pero para qué quieres esos órganos después de muerto.

Aunque incipiente, ya en Panamá se está iniciando una cultura para donar órganos cuando nos sobreviene la muerte. Un ejemplo típico es el siguiente: Yo, Josefa Gutiérrez, sexo femenino, 24 años de edad, en pleno goce de mis facultades mentales y con cédula 0-000-00, residencia panameña y teléfono 000-0000, debidamente informada de lo que este acto significa, dono, por este medio, al Banco de Ojos del Club de Leones de Panamá, mis córneas después de mi muerte.

El transplante de órganos se ha transformado en una práctica tan rutinaria en muchos países del mundo, que sólo en injertos renales se realizan de 40 a 45 mil transplantes por año. Pero la lista de espera es más preocupante, porque triplica la cifra anterior.

Esta modalidad se puede implantar en pacientes con insuficiencias orgánicas terminales, órganos y tejidos tales como corazón, riñón, hígado, pulmón, páncreas, intestino, válvulas cardíacas, otras estructuras vasculares, hueso, piel y córneas.

En Panamá, los trasplantes de córneas y riñones son los únicos que se realizan con más frecuencia.

Actualmente, unas 280 personas están esperando trasplante de riñón. Se estima que la población actual en todo el país es de 300 pacientes en Diálisis; un 10% (30) no califica para ningún tipo de transplante, por la edad, lesiones del corazón u otras causas; y el 90% (270) están en espera. Mientras que en el caso de tejido corneal, actualmente hay 15,000 donantes inscritos en vida y en la lista de espera hay poco menos de 200.

Desde el 1 de abril se inició oficialmente en nuestro país el programa de donante cadavérico para riñón, y según el coordinador clínico del programa de trasplante renal de la Caja de Seguro Social, César Cuero, se espera que con el advenimiento de este programa, los equipos de otras especialidades inicien también sus labores, como el cardiovascular y el de ortopedas.

De acuerdo con Cuero, antes se pagaba 18 mil dólares por cada trasplante de órganos provenientes de cadáveres realizado en Colombia; mientras que el de donante vivo realizado en la CSS, le cuesta al Estado alrededor de 25 mil dólares.

El 19 de noviembre de 1998, la CSS realizó el primer injerto de este tipo y hasta la fecha se han efectuado siete trasplantes de cadáver; el último se hizo hace unas seis semanas.

ASPECTO LEGAL

Con la gran demanda de esta modalidad, en la mayoría de los países se ha debido legislar sobre la misma, pero basados en los principios rectores definidos en la 44 Asamblea de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En nuestro país, existe la Ley 52 del 12 de diciembre de 1995, por la cual se reglamenta la obtención, preservación, almacenamiento y trasplante de órganos. Esta Ley autoriza al Instituto de Medicina Legal, a que todo cadáver que llegue a la institución sea sujeto de donación de órganos.

Desde 1997, existe la Comisión Nacional de Trasplante, brazo ejecutor de la Ley de Trasplante, cuya función es vigilar que los programas de injertos, tanto a nivel privado, como institucional o público, se ejecuten de acuerdo a lo que estipula la ley.

El Comité Nacional de Trasplante está integrado por un representante del Ministerio de Salud, uno de la CSS, y otro de cada una de las asociaciones o sociedades relacionadas con esta modalidad.

También existe la Fundación Panameña para la Promoción de Donación de Organos, cuyo fin es crear conciencia en la ciudadanía sobre esta necesidad.

Procedimiento de selección y mantenimiento en el Banco de Ojos del Club de Leones de Panamá

El Banco de Ojos se encarga de la obtención y distribución del tejido corneal, mientras que el encargado de hacer el trasplante es un médico cirujano.

Su directora ejecutiva y técnica, Gloria Pineda, es la encargada de pesquisar al futuro donador de tejido corneal. Una vez en la morgue del Santo Tomás o de la CSS, Pineda procede a obtener muestras de sangre, las cuales son analizadas para descartar enfermedades como Hepatitis, HIV o cualquier otra enfermedad infecto contagiosa. Para extraer el tejido corneal, no deben transcurrir más de seis horas después del fallecimiento del donante.

El tejido corneal se preserva en un medio especial, el cual permite mantener la córnea por un período no mayor de 14 días, tiempo en que el cirujano debe realizar la cirugía. Generalmente la efectúa dentro de los seis primeros días, porque incluso aún en el medio de preservación, ésta empieza a sufrir cambios cadavéricos.

"Se obtienen las córneas, se observa la lista, se llama al médico cirujano responsable para saber si está disponible su paciente; si éste accede, la córnea se le asigna al médico, el cual hace la incisión quirúrgica, que se llama en Oftalmología, cirugía de segmento anterior", explicó el director médico del Banco de Ojos, Arturo Wong Valdivieso.

Recalcó que el banco no cobra por el tejido corneal, pero el médico cirujano hace una donación de 350 balboas, siempre y cuando sea de una institución privada, porque las instituciones públicas no tienen que pagar absolutamente nada.

En el tratamiento, lo que cuesta realmente es el medio de preservación para la córnea, es decir el líquido (55.00 dólares cada frasco). Con la donación se compra más líquido en Estados Unidos para poder suplir a las instituciones públicas.

ESTADISTICAS

Según el doctor César Cuero, hasta la fecha se han aplicado 87 transplantes de riñón, 7 de donantes cadavéricos y 81 de donantes vivos en la CSS.

En tanto, el Banco de Ojos obtuvo en el mes de marzo un total de 100 córneas, realizando un total de 80 trasplantes, distribuidos entre la CSS, el Hospital Santo Tomás y los hospitales privados.

Los estudios revelan que para trasplante de riñón la sobrevida a los 2 años es del 90%, (riñón cadavérico), 60% de sobrevida a los 5 años para trasplante cardíaco y 70% de sobrevida a los 2 años para el trasplante hepático.

AVANCES

Tanto para trasplante de córneas como riñón, Panamá cuenta con la misma tecnología que se aplica en los mejores centros de Estados Unidos.

Según los galenos, los hospitales de la capital, tanto públicos como privados, están capacitados para realizar estos tipos de cirugías.

A juicio del Dr. Cuero, después del primer trasplante renal de donante vivo en noviembre de 1990, se ha avanzado bastante.

"Si bien a nivel mundial se ha avanzado mucho, lamentablemente en los casos cadavéricos se da la situación que cuando la compatibilidad no es buena se pierde al cabo de 1 a 5 años los riñones trasplantados", advirtió el Dr. Cuero.

Mientras que el director médico del Banco de Ojos sostiene que Panamá supera a muchos países latinoamericanos en cuanto a la obtención de tejido corneal, demostrado en que el 95% de las córneas son obtenidas localmente.

 

 

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Da mi visión a quien nunca ha visto un amanecer Da mis riñones a uno que dependa de una máquina para sobrevivir. Toma mis huesos y encuentra la manera de hacer que un niño inválido camine Explora cada rincón de mi cerebro, mis células para que un niño sordomudo/da pueda escuchar y gritar. Y si cumples todo lo que te he pedido...Yo por siempre viviré.

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