FAMILIA
Bush reconoce que las drogas es problema global y anima a Pastrana

Bogotá
EFE
El candidato a la Presidencia de Estados Unidos por el Partido Republicano, George Bush, admitió que el narcotráfico es un problema global y animó al presidente colombiano, Andrés Pastrana, a seguir impulsando el Plan Colombia contra las drogas, en una carta enviada al gobernante. "Es importante para EEUU y la comunidad internacional que usted sea exitoso en su lucha contra las drogas", manifestó Bush en la carta a Pastrana, cuyo texto fue divulgado por la Presidencia colombiana, y en el que elogia la reciente aprobación preliminar de ayuda de EEUU a Colombia, por 1.350 millones de dólares. Añadió que "el narcotráfico es un problema global, ya que todos estamos afectados por la producción ilegal de narcóticos, el tráfico y su consumo". El Plan Colombia prevé inversiones por 7.500 millones de dólares en tres años, de los que el país aportará 4.000 millones y el resto lo está negociando con EEUU, Japón y varias naciones de la Unión Europea (UE). OFRECEN A ADICTOS SALAS DONDE "PINCHARSE" CON SEGURIDAD En un revolucionario intento de arrancarle a la rutina infernal de la droga el mayor número posible de adictos, la Agencia Antidrogas de Madrid inaugurará en breve la primera sala donde los drogodependientes podrán inyectarse en condiciones higiénicas y más seguras que en la calle. Se trata de un proyecto de la Agencia Antidroga -adscrita a la Comunidad de Madrid, (gobierno regional)- que dirige el médico José Cabrera, que pretende atraer a los adictos a un lugar donde se puedan "pinchar" las dosis de heroína o cocaína pero también donde se les invite a entrar en programas de desintoxicación. En una entrevista con EFE, Cabrera explicó que estos espacios no están pensados como "fumaderos de opio ni pinchódromos".Según Cabrera, en las 'salas de venopunción' -la prensa las ha llamado "narcosalas"- se trata de crear una atmósfera en la que, a diferencia de proyectos parecidos en otros países de Europa, la persona que se inyecta "lo haga con dignidad y en un espacio en el que se rompe la dinámica de grupo". En respuesta a algunas críticas que ha tenido su proyecto, Cabrera explicó que las personas que acudan a las "narcosalas" dispondrán de supervisión médica, exámenes para detectar tuberculosis, medicación y, además, un trabajador social que intentará convencerles de que se asocien a la red de rehabilitación. Cabrera afirmó que en su misión de curar drogodependientes, en 1999 consiguieron integrar a 60 perss que dejaron la droga totalmente, y aseguró que de las 14.000 personas sometidas a tratamiento en Madrid, la mitad está en el programa de metadona, "con lo cual son siete mil personas que les hemos quitado a los narcotraficantes".
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