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Dos ciudadanos panameños permanecieron detenidos en una oscura celda, por espacio de once meses tras ser acusados de robo a mano armada, cuando en realidad enfrentaban delitos de hurto de automóviles.
CIRILO
Estos fueron identificados como Cirilo Rodríguez y Eriberto Barahona, quienes enfrentaban delitos contra el patrimonio.
Como ironía del destino, ambos individuos coinciden en "que ellos observaron un vehículo desmantelado, que estaba en el monte, al cual procedieron a quitarle una de sus puertas, que no habían sustraída, para proveerse de algún beneficio económico".
Alegan que tampoco cometieron el delito de robo a mano armada al señor Orlando Antonio Paredes, lo cual ha quedado demostrado con una diligencia de reconocimiento en rueda de detenidos, que resultó negativa, según informes obtenidos en fuentes forenses.
AFECTADO
Sin embargo, el afectado denunció que aquel 7 de mayo, aproximadamente a las 8:00 p.m. recoge a dos individuos en un taxi Toyota Tercel, color blanco, sedan, con placa comercial número 10706 por los alrededores del Centro Comercial El Dorado, ambos de tez clara, uno de contextura delgada y el otro un poco más moreno.
Estas personas le pidieron que los llevara a una empresa comercial ubicada en Tumba Muerto y al llegar a la loma de Linda Vista, la persona "que iba en la parte de atrás, lo encañonó con un arma de fuego y entre los dos lo despojaron de sus pertenencias y se llevaron el vehículo".
AGENTE CAPTOR
En tanto, otro agente captor manifiesta que al día siguiente del suceso, se le informó que en Santa Librada, ocurría un desmantelamiento de autos y al llegar al sitio habían dos elementos, quienes al verlo decidieron escaparse.
Sin embargo, estos resultaron detenidos y manifiestan "que sólo le habían quitado las puertas al vehículo y que mantenían un extintor de incendio, una malla de color negro, un marco del tablero, cenicero, ligther, una lámpara de color amarillo de taxi y otra de color blanco, artículos que se llevó en custodia.
Uno de los sospechosos mantenía en su poder una bolsa de color negro que contenía en su interior varias herramientas, revelan informes forenses.
DEFENSA
Por otro lado, José Manuel Restrepo, apoderado legal de los sindicados reveló "que el hecho de ver un vehículo abandonado y desmantelado, y apropiarse de una de sus puertas, no constituye en sí, hurto de auto".
PENAS
Más bien la responsabilidad penal de estos elementos, "se transformaría en aprovechamiento de cosas provenientes del delito", figura contemplada en el ordenamiento jurídico con penas que oscilan de 1 a 2 años de prisión, por lo que no amerita detención preventiva.
No obstante, la Fiscalía Quinta mediante una nota rindió un informe de conducta requerido en esta clase de situaciones judiciales, al señalar que no ordenó la detención preventiva de los señores Eriberto Barahona y Cirilo Rodríguez.
Alegan que esta iniciativa la dirigió la Fiscalía Auxiliar de la República, mediante providencia fechada 9 de mayo de 2000.
CONTRADICCIONES
Pero, sí, siempre existen los benditos, peros, es necesario destacar que los sindicados Eriberto Barahona y Cirilo Rodríguez, "le han sido dispuestas dos providencias de indagatorias, por dos hechos punibles distintos".
El primero de ellos por delito de robo y luego en segunda instancia por hurto, "pese a tratarse de una sola acción, lo cual pone de manifiesto una incertidumbre jurídica de la agencia de instrucción, que va en desmedro de un adecuado de derecho de defensa", revela parte de un informe elaborado por el Segundo Tribunal Superior de Justicia.
AUDIENCIA
Tal como era evidente, en fecha reciente se hizo la audiencia en el Juzgado Octavo Penal.
Y en la cual después de la faceta de alegatos, se dictó sobreseimiento a favor de los sindicados, por el supuesto delito de mano armada.
"Consideramos que la prueba es el alma del proceso penal, y los jueces deben obedecer sólo a los dictados de la ley, y ésta busca la convicción para edificar fallos de responsabilidad", dijo por su parte el abogado José Manuel, defensor, tras cuestionársele sobre este caso. |