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EDITORIAL
Atropello inaudito
Una ola de protestas y de indignación popular se ha levantado contra la Autoridad de Tránsito por la medida de prohibirle a los taxis el transporte de pasajeros de Panamá hacia el Oeste y viceversa.
Esta disposición es anticonstitucional porque involucra a transportes de ruta y a vehículos particulares que se les impide el traslado de pasajeros desde la capital a Arraiján, La Chorrera, Vacamonte, Capira, etc., y de vuelta al centro del área citadina.
La Constitución Nacional garantiza el libre tránsito por las calles y avenidas del país y por lo tanto la Autoridad de Tránsito no puede prohibir que en autos particulares sean transportados parientes o amigos que desean llegar a su destino que puede ser en un punto más allá del Puente de Las Américas o de Panamá Oeste al centro de la ciudad. Aún con las multas que ilegalmente están poniendo los miembros de la policía del tránsito cometen el irrespeto de exigirles a las parejas que se besen para comprobar que son marido y mujer o parientes los que van en un transporte selectivo o en un carro particular.
Por lo visto, este gobierno "no mete una". Tan descabellada medida ha provocado el rechazo unánime de pasajeros y transportistas que observan otra forma errática de las autoridades y empañan la incipiente labor de la nueva Autoridad del Tránsito, Dr. Pablo Quintero Luna.
Ignoramos quién está detrás de todas estas absurdas disposiciones que no hacen más que retrasar la marcha de vehículos y congestiona el libre tránsito. A los puestos públicos deben llevarse personas idóneas y no improvisados para ejercer el cargo. "Zapatero a tu zapato", reza un adagio y este refrán popular debe ser un mandato para los que sin tener capacidad, con audacia asumen funciones públicas y en la empresa privada. Algunas muestras de empirismo han resultado, pero son honrosas excepciones. Pero ello no se puede dar de seguido porque el país requiere de elementos profesionales que el den valor a la posición que ostentan.
Como catastrófica ha sido catalogada, pues, esta medida de la Autoridad del Tránsito que no se implantó ni siquiera en los tiempos de la dictadura castrense. Usando métodos represivos e intimidadores los que tiene que ejecutar estos reglamentos presionan de tal forma que la Fuerza Pública está logrando parecerse a la gendarmería de la tiranía y que a las autoridades las declaren incapaces para gobernar.
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PUNTO CRITICO |
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