Las historias de amor no siempre terminan con un final feliz. Unas culminan en divorcio... otras en muerte.
La infidelidad y los celos se están convirtiendo en el motor de las tragedias.
Explicó el criminólogo Fernando Murray que existen tres tipos de delincuentes pasionales: quienes supuestamente matan por amor, el que asesina por piedad, y el que le lo hace por celos.
Cuando el asunto no termina en funeral, termina en divorcio, y cada día es mayor el número de separaciones, las cuales dejan las familias panameñas a la deriva.
El año pasado fue el que mayor números de divorcio registró en la última década. |