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Tan misteriosa como la existencia misma. La Madre Naturaleza cumple su misterio en los hombres de manera enigmática y hoy, cuando se ha conquistado el espacio y alcanzado éxitos en la ciencia, ella sigue ejerciendo su fuerza en la vida humana.
Así, como un susurro que acompaña al viento, pareciera oírsele murmurar “yo soy la Naturaleza... soy la vida”.
Todavía en este Nuevo Milenio, las mamás acuden a las hierbitas que le recetó la abuelita para curar al nene con cólicos; así como el padre también pide las hojas nuevas de papayo para el té y sanar sus males respiratorios.
Y es que la salud está ligada a la naturaleza desde los primeros tiempos del hombre, ya sea para sanar algunas dolencias como para alimentarse y continuar la cadena de bienestar físico y mental.
Panamá se suma a los avances en todos los campos y hoy por hoy, tiene en su seno un nuevo centro de medicina alternativa. Es “Armonía de la Selva”, en el Centro Las Américas.
En un rincón del bullicio capitalino y rodeado de edificaciones semejantes a murallas divisorias, crece la “selva de la salud”, donde un surtido de medicinas altamente calificadas por laboratorios especializados y reconocidos a nivel internacional, se ofrecen a un público sin distinción de raza, credo o estatus económico.
Las hierbas cultivadas en las selvas del continente, se han transformado atractivamente tomando formas y colores pero sin perder sus características primitivas.
Así, una raíz de aspecto desordenado, llena de tierra y que ha sido cultivada en un árbol singular, está lista en un frasco y maquillada para el paladar.
Hay hierbas para malestares físicos y para mantener la belleza femenina.
Cremas contra las arrugas, vitaminas, píldoras para la vitalidad sexual, pastillas o jarabes adelgazantes o para ganar peso; productos para la gastritis; tónicos para la frigidez, cansancio físico, esterilidad, estrés, la osteoporosis, eyaculación precoz y otros, tienen algo en común: hierbas naturales.
Esos productos pueden ser consumidos por cualquier persona, según dijo Juan Manuel Alvarez, propietario de la selva capitalina. “Si no te cura, no te mata”, comentó en forma jocosa y ya en tono más serio, aseguró que la medicina na-tural es la mejor forma de mantener la salud.
DIAGNOSTICO
Un cliente acude al lugar por alguna molestia en particular.
Se le aplica un cuestionario previamente elaborado por un especialista.
Los resultados reflejarán el problema del paciente, quien es concienciado de la necesidad de acudir a un médico para evitar complicaciones que requieran cirugías o cualquier otro tratamiento a base de componentes químicos.
Pero los problemas de artritis, presión arterial, caída de cabello, circulación, diabetes, próstata, son malestares que se curan con productos de medicina na-tural.
Lo cierto es que de una u otra manera, la medicina natural presente a través de los tiempos, sigue ejerciendo su poder enigmático sobre la salud humana. |
